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Oaxaca.-El Papa Francisco advirtió contra la ambición del dinero y el poder, así como la tentación mundana de quienes buscan destruir al otro para trepar, situaciones que dividen y destruyen a la Iglesia católica.
Por segundo día consecutivo, Francisco cargó este martes contra los malos hábitos dentro de las estructuras eclesiásticas, luego que la víspera pidió ante obispos italianos que los sacerdotes vivan de manera sobria y eviten a toda costa convertirse en burócratas.
En el sermón de su misa matutina de este martes, el Pontífice se refirió a la vanidad y el poder, como cuando existen esas ganas mundanas de estar con el poder. No de servir, sino de ser servido, y con tal de llegar hay chismes, envidia, celos y se embarra a otros.
Afirmó que eso sucede en toda institución de la Iglesia: parroquias, colegios, obispados, donde está un espíritu de riqueza, vanidad y orgullo.
El Papa aseguró que todos están tentados a destruir a los demás para trepar, porque así es la tentación mundana.