Oaxaca.-Bajo la dirección huésped de Laszlo Marosi, director originario de Sarvar, Hungría, la Sinfónica de Oaxaca ofrece el onceavo programa de su Primera Temporada de Conciertos 2016 con obras de Adam, Liszt y Beethoven este viernes 27 de mayo a partir de las 20:00 horas en el Teatro Macedonio Alcalá.
El programa completo lo integra la Obertura “Si yo fuera rey” de Adolphe Adam; de Franz Liszt la Rapsodia húngara No. 1 y Los Preludios, y de Ludwig van Beethoven el Triple concierto para violín, violoncello y piano que interpretará el Trio SiMaYa integrado por la violinista Silvia Santa María, la violoncellista Yalissa Cruz Espino y la pianista Marta García Renart.
Laszlo Marosi se inició en la música a la edad de cinco años. Estudió dirección en la Academia de Música Liszt con Tamas Breitner, director de la Ópera Pecs. Fue director de la Hungarian Central Army Orchestra y de la Orquesta de Alientos de la Academia de Música Liszt. Enseñó dirección en el Liszt Teacher Training College en Budapest y fue director y director artístico de la Budapest Symphonic Band. Ha realizado grabaciones discográficas con orquestas, bandas de música y orquestas de alientos de Hungría, Estados Unidos y Alemania. Ha publicado arreglos musicales en Editio Música de Budapest, Kliment Publications de Viena y Música Mundana de Holanda. Como director huésped se ha presentado por toda Europa, Israel, Inglaterra, Sudáfrica, Argentina, Brasil, Japón, y Estados Unidos. Ha dirigido la Budapest State Operetta Theater Orchestra, Matav Symphony Orchestra, Strauss Symphony Orchestra, Orquesta Sinfónica Nacional de Honduras, Orquesta Sinfónica de Guanajuato, Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Palermo, Orquesta Nacional de Alientos de Sudáfrica, Banda Sinfónica de la Ciudad de Milán, Orquesta Municipal de Rosario, Argentina entre muchas otras. Fue director Asociado de la FSU Wind Orchestra durante el año académico 2002-2003.
El Trio SiMaYa tiene su primera presentación el 22 de noviembre de 2012 en el Museo Regional de Querétaro. La amistad y el quehacer musical de las tres participantes se remonta casi 20 años atrás, dando recitales como dúo en varias ciudades de la República, siempre con el compromiso de buscar obras nuevas para su repertorio, rescatando asimismo partituras poco escuchadas.
Se han presentado como Trío en Aguascalientes, Villahermosa (Tabasco), Querétaro, San Miguel de Allende, Guanajuato y Guadalajara. En mayo de 2016 se presentan por primera vez en las ciudades de Celaya y Oaxaca, tocando el Concierto Triple de Beethoven con orquesta. Su repertorio incluye obras de Joseph Haydn, Antonin Dvorák, Clara Schumann, Manuel M. Ponce, Marta García Renart, Enrique Granados, Dmitri Shostakovich, Carlos Vidaurri y el estreno mundial del Trío número 2 de Enrique Santos.
Las obras
La ópera cómica “Si yo fuera rey” (Si j’étais roi, en el francés original) fue escrita sobre un libreto de Adolphe d’Ennery y Jules-Henri Brésil, y se estrenó en París en septiembre de 1852, con enorme aceptación. Es una de las creaciones en que se apoya la popularidad de Adam y se le ubica entre lo mejor de su producción, aunque en la actualidad se repone raramente. La Obertura inicia con un tema de gran solemnidad, seguido por la participación del arpa que nos conduce hacia un desarrollo optimista y amable, sin demasiadas complicaciones aunque con algunas pinceladas de dramatismo hacia su sección central. El compositor abrigaba la idea de que su música para la escena debía ser diáfana y divertida, y es en este entorno en que se desenvuelve la simpática pieza con que el Maestro Marosi abre el concierto.
El Triple Concierto para violín, violoncello y piano fue escrito entre 1803 y 1804, cuando la producción de Beethoven alcanzaba el período de madurez plena y, al mismo tiempo, el compositor advertía la preocupante magnitud de su sordera. El Triple concierto fue concebido casi al mismo tiempo que la sonata Appassionata, otra de las creaciones representativas del derrotero de Beethoven, enriquecida lo mismo por frases de profundo pensamiento y línea melódicas resplandecientes, como de intenso y lacerante dramatismo.
En la partitura que nos ocupa, los instrumentos solistas son tratados con mano firme y sin vacilación alguna. Beethoven tuvo buen cuidado de imprimir a las líneas de cada uno de ellos un carácter peculiar, lo que remarca su sorprendente fusión en trío. La orquesta no se limita al simple acompañamiento o al “ropaje” superficial, ya que las melodías y armonías procedentes del conjunto instrumental enriquecen de forma atractiva el delicado tapiz sonoro. Beethoven manejó aquí el ideal barroco del concertino, como pequeño grupo instrumental que actúa en calidad de solista colectivo, aunque también son de destacarse las breves y sustanciosas intervenciones de cada uno de los solistas en particular. Por otro lado, no dejan de causar admiración las soluciones que Beethoven encontró para el ordenamiento y manejo de la forma, así como para la resolución de un material temático dividido en cuatro partes, una por cada entidad interpretativa.
En la segunda parte del programa se interpretará la primera de las 19 rapsodias escritas por el compositor húngaro Franz Liszt, quien fue célebre en la Europa del siglo XIX por su formidable habilidad como ejecutante en el teclado. Históricamente se le observaba como el pianista más avanzado de su época y su asombrosa técnica hizo suponer a sus contemporáneos que quizás era el más portentoso de todos los tiempos. Por lo mismo, no es de extrañar que sus Rapsodias húngaras presenten una enorme complejidad técnica. El autor comenzó a trabajar en esta pieza en el año 1846, en la ciudad rumana de Klausenburg y fue ideada originalmente, al igual que sus compañeras, para piano. La partitura, una vez terminada, la dedicó Liszt a Ede Szerdahelyi, pianista y compositor húngaro que fue su alumno en la ciudad alemana de Weimar. La Rapsodia húngara número 1 muestra un estilo relacionado directamente con las csárdás, y consta de dos secciones básicas, una lenta con que inicia y una más rápida y se afirma que para la misma, compositor se inspiró en la música de las bandas gitanas de su país.
El concierto cerrará con Los Preludios. Este poema sinfónico es el tercero de la serie de trece obras similares escritas por Liszt. Terminado en 1851, los esbozos iniciales datan de varios años atrás y su estreno se dio con la orquesta de la corte de Weimar, en febrero de 1854. Fue concebida sobre las “Meditaciones poéticas” del francés Alphonse de Lamartine, obra publicada en 1823. Curiosamente, durante mucho tiempo se supuso que esta música no guardaba relación con el poema de Lamartine y la razón es que la partitura de Los Preludios comparte elementos temáticos con un conjunto de cuatro piezas para coro masculino llamado “Los cuatro elementos”, que nunca fue publicado.
En medio de todo ello, una de las razones por la que muchos supusieron que Los Preludios no guardaba relación con Lamartine fue que Liszt hizo una breve nota de programa, que aludía vagamente al poeta y que fue escrita no al componer la música, sino para su publicación.
El poema sinfónico se divide en cinco partes denominadas “Prólogo”, “La felicidad del amor”, “Lucha por la vida”, “Vuelta a la Naturaleza” y “Victoria final”. Obra de enorme lirismo, instrumentación luminosa y notorio efecto sobre el escucha, es una de las partituras de Liszt mayormente difundidas.
Recuerde que desde las 19:00 horas en el ex casino del teatro se realiza la ya tradicional charla previa al concierto. Contaremos con la presencia de los artistas invitados de esta noche, los maestros Laszlo Marosi, Silvia Santa María, Yalissa Cruz y Marta García Renat. No falte, invita la Secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca.