Agencias
Oaxaca.-¡Hambrear a la gente con su trabajo para mi beneficio! Vivir de la sangre de la gente. ¡Eso es pecado mortal!, afirmó el pontífice en el sermón de su misa matutina, que celebró hoy en la capilla de su residencia vaticana, la Casa Santa Marta.
El papa Francisco precisó que cuando la riqueza se hace con la explotación de la gente y del trabajo, esas pobres personas se vuelven esclavos.
Y ejemplificó en todo el mundo ocurre lo mismo: Quiero trabajar. Bien, te hacen un contrato de septiembre a junio. Sin posibilidad de pensión, sin seguridad social. En junio lo suspenden, julio y agosto debes comer aire. Y en septiembre te lo dan de nuevo.
A los patrones que explotan a los trabajadores los catalogó de sanguijuelas que, dijo, sólo buscan enriquecerse a costa de los demás.
El santo padre pidió que el señor haga entender aquella sencillez que Jesús dice en el evangelio de hoy: es más importante un vaso de agua en el nombre de Cristo que todas las riquezas acumuladas con la explotación de la gente.