Alejandro Murat y Gabino Cué, pactan impunidad

Lilia TORRENTERA G. Ciudad de México- En la víspera del 24 de  diciembre, y con el espíritu navideño a flor de piel, Alejandro Murat Hinojosa regaló al ex gobernador de Oaxaca un pasaporte de impunidad sin fecha de caducidad. En una de las residencias adquiridas por el ex abanderado alianciasta, ahí por Lomas de Chapultepec, arribó Alejandro Murat, de un Ferrari 2018, hoy su auto preferido entre un centenar de su colección particular. El actual mandatario de Oaxaca, quiso ante todo discreción por ello, dio el día a su personal de  seguridad y bajo el pretexto de que se acercaba el 23 de diciembre, los mandó a cuidar la Noche de Rábanos. Tras tocar el timbre del palacete ubicado en Montes Urales 1340 C, apareció  Gabino Cué quien comedidamente  salió a recibir con mucha calidez al mandatario priista; le dio un paseo a lo que parece una réplica del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, ya que de todos sus muros están adornados con obras de los artistas preferidos del sexenio, como es moda entre quienes llegan a ocupar este tipo de cargo y les sentir “cultos”. Los muros se veían saturados de cuadros de Rubén Leyva, Luis Zárate, José Villalobos, o Amador Montes que ya empezaba a coquetear con el poder. Dice la servidumbre que  las obras de  Sergio Hernández fueron bajadas al sótano  luego de que  se coludió con Francisco Toledo para echar abajo el megaproyecto de Cué para desaparecer el Cerro del Fortín, aunque solo logró privatizar parte de esta área protegida para dejar la concesión del estacionamiento a amigos muy cercanos. Pero también en las paredes principales de la gran biblioteca de la residencia de Cué Monteagudo que tiene más cuadro que libros, cuelgan  obras maestras de Tamayo, Picasso, Dalí, Van Gogh entre un centenar más,  que rebasan  los 100 millones de dólares y que fueron adquiridas con los recursos del sector salud, en una manobra financiera de  German Tenorio Vasconcelos que Manlio Favio Beltrones envidiaría en este momento, tras conocerse la triangulación de dinero público para apoyar las campaña del PRI cuando fue  su líder “moral”. Luego pasaron a un gran salón con una enorme cantina de madera de cedro de Los Chimalapas, en donde cuenta que Cué Monteagudo llora sus penurías ante el descredito social que lo persigue. Ahí un mayordomo, ofreció un exquisito thé inglés de moras rojas y durazno a Murat Hinojosa, quien para calmar la tensión,  pidió le echará “un piquetito”  de mezcal. En la tertulia , Murat Hinojosa entregó una pequeña caja, "envolvida" -en vocablo peñista- con papel de motivos navideños, Cué Monteagudo  al parecer no aguantó las ganas de saber su contenido y cómo niño rasgo el papel. Murat Hinojosa observó fríamente la reacción de quien fue el alfil de Manuel López Obrador para arrebatarle a su partido, el PRI,  la Gobernatura de Oaxaca tras 80 años de usufructuarla y a la que dejó en pobreza extrema. Cué Monteagudo con ojos que se le iban inundando de lágrimas hizo pucheros para contener el llanto. Luego el mayordomo, invito a Cué y Murat a tomarse la foto del recuerdo, como la que protagonizaron en la entrega recepción del gobierno el 1 de diciembre del 2016. “Coco”, quien todo lo observo desde la  penumbra de la escalera y desde dónde daba instrucciones por un “chícharo” colocado en la oreja de Cué, dice que el regalo fue un pase de impunidad  por eso tanto agradecimiento a Murat Hinojosa. Pero Juaniyo y  Mary, únicos testigos de ese momento, afirman que a su entender,  el gobernador Murat hijo,  le pidió que devolviera lo robado al pueblo de Oaxaca, versión con la que esta periodista se queda este 28 de diciembre, toda vez que las mascotas son más honradas e inocentes que los humanos.