FILO 2017: La distancia entre nosotros, o de cómo las fronteras separan familias  

Oaxaca.-Cuando tenía sólo dos años de edad, el padre de Reyna Grande se fue a Estados Unidos. Cuando cumplió cuatro, su madre fue a alcanzarlo, dejándola a ella y a sus hermanos al cuidado de sus abuelos.   A los nueve años, el padre de Reyna apareció nuevamente para llevarla a ella y a sus hermanos a una nueva vida con él y su madre a Estados Unidos pero, después de tanto tiempo ausentes, ya eran unos desconocidos La historia de esta familia fracturada y su difícil reintegración, ahora como extraños, se narra en La distancia entre nosotros, que grande presentó al mediodía de este sábado en la 37 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) en compañía del editor Gonzalo Marín. El libro, al que la autora catálogo de autobiográfico, narra además de esta readaptación a la vida familiar, del difícil trance de una cultura y un territorio a otros totalmente diferentes durante la infancia. “Yo traía mucho dolor todavía dentro por todas estas experiencias, y me pesaban los recuerdos. A veces me cansaba y decidí sacarlo de mi cuerpo, de mi corazón y meterlo a un libro para no cargar con él”, dijo sobre el momento en que decidió poner por escrito sus vivencias. “Después de que terminé de escribir me sentí liberada. Saqué algo negativo que traía dentro para que lo positivo pudiera entrar. Me ayudó también a comprender por qué pasaron algunas cosas y agradecer lo que ganamos al emigrar, porque perdimos muchos, pero también ganamos algo”, apuntó Grande. “En Estados Unidos ha habido mucha discriminación y racismo contra los migrantes, especialmente niños y jóvenes. Se han propuesto leyes para beneficiarlos pero no han pasado. Hablan de los inmigrantes como si fuéramos números, estadísticas, pero no qué pasa a nivel personal”, expresó Grande sobre otra de las motivaciones para escribir. “Este libro ayuda a comprender quiénes somos los niños migrantes y qué sentimos antes, durante y después de migrar”, agregó sobre la forma en que trata de dar rostro y sentir a quienes migran de la mano de sus padres. “En la sociedad estadounidense tenemos que sentirnos avergonzados de ser inmigrantes, tenemos que callar la forma en que llegamos al país. Escribir mi libro fue una forma de rechazar eso, que no me iba a callar quien soy y me iba a sentir orgullosa de eso”. Grande espera poder ayudar a otros migrantes a no sentir vergüenza de su origen. “Espero que un lector a la vez, un libro a la vez, pueda contribuir a cambiar la situación de discriminación que se vive”, dijo Grande casi para finalizar la presentación de ésta, su tercera novela, y primera publicada en América Latina.