Gran dibujante y grabador como pocos fue José Luis Cuevas

Mtra. Maria Luisa de Villa

          "Desde el fondo del tiempo, desde el fondo del niño, cada día José Luis Cuevas dibuja nuestra herida", escribió de su obra, Octavio Paz

Calificado como uno de los grandes dibujantes" por The New York Times y considerado junto con Carlos Fuentes “Les enfants terribles” o niños terribles” del arte y la literatura, José Luis Cuevas fue admirado y reconocido en México y el mundo entero. Artista dibujante y grabador y activista perteneciente al movimiento de la Ruptura y autor del manifiesto La cortina de nopal, abrió nuevos espacios para los artistas de su época, ampliando el panorama plástico que se vivía en México a finales de los ‘50.     [caption id="attachment_377579" align="alignleft" width="384"] ©José Luis Cuevas, Colección Museo José Luis Cuevas[/caption] Ávido lector y obsesionado con la obra literaria del gran escritor checoslovaco Franz Kafka cuyo 134 aniversario de natalicio dicho sea de paso, se celebro en la misma fecha en que murió Jose Luis Cuevas, el 3 de julio pasado. El maestro Cuevas da forma visual al lado oscuro de la vida, el lado que nos cuesta trabajo aceptar, la locura, el delirio, el dolor, seres híbridos y deformados que vemos a través de la palabra escrita en la Metamorfosis de Kafka. Heredero de la grafica de José Guadalupe Posada, su trazo brillante, sensible y poético hace que su obra critica, tenebrosa, fina y novedosa se hermane con los grandes del dibujo y del grabado como Rembrandt, Lazansky, Le Brun y de manera especial con Francisco Goya. Su obra crea entre otros, todo un mundo habitado por los enfermos mentales de sonrisa fija que dibujo en el manicomio y los personajes y las mujeres que viven y trabajan en la obscuridad de las largas noches en la gran ciudad.   Visionario y original, José Luis como lo llamamos muchos, crea un estilo muy propio en su arte por supuesto, pero también en su estilo de ser artista, y un nuevo estilo de vivir la CDMX. Inventa espacios como Museo Cuevas o su columna Cuevario en el diario El Universal y bautiza como "Zona Rosa", esa parte de la Colonia Juárez entre Florencia y Niza, Ave. Chapultepec y Reforma, lugar donde yo misma viví al lado de una casa que seria la Galería Arvil, donde los artistas e intelectuales se reunian, donde en el Denny’s cenaba Monsi y por la calle de Hamburgo se paseaba Pita Amor, y que en los ‘60 se transformo en una zona exclusiva de hoteles, galerías, restaurantes, finas pastelerías y boutiques. Es en la Zona Rosa donde Cuevas hace un performance y mural efímero con duración de un mes solamente en una cartelera.   Un hombre con enorme cultura y a la vez agradable y simpatiquísimo el, con quien tuve el privilegio y gusto de sostener largas conversaciones. Uno de nuestros grandes, el maestro Cuevas nos deja, nos deja una enorme obra visual, obra escrita y un museo hermoso. Inmortal, José Luis Cuevas vive en su obra y en el imaginario colectivo. Mi sentido pésame a su familia y colaboradores. Una luz y una oración para José Luis, México esta de luto!   *Artista visual / curadora