Fortino Torrentera O.
Oaxaca.- Con un repertorio que mostró las voces del órgano de viento de 1792, la nave principal se llenó de notas que explicaban los detalles del templo de la Virgen de la Asunción de Tlacolula que con la voz del tenor Felipe Espinoza, la guitarra antigua de Alberto Revilla y las percusiones de Valentín Hernández, armonizaron y contrapuntearon a las impresionantes voces de ese órgano.
Poco después de celebrada una boda, en ese templo dominico del siglo XVI, dio inicio el concierto programado para las 13:00 horas por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (OIHO) con “Batalla del V Tono” de Johann Kaspar Kerll, interpretada por Jesús González, joven becario de ese instituto.
“Al post Comunio” (después de la comunión) de Doménico Zipoli que fue ejecutada por Alegría Pascual, becaria del IOHO, al igual que Isaí Guzmán, quien interpretó luego “La Romanesca” de Antonio Valente.
Para abrir con Vino entonces la vibrante voz de Felipe Espinoza, acompañado al órgano por la directora del IOHO e incansable promotora y defensora del patrimonio organístico sacro de Oaxaca, Cecilia Winter para interpretar “Lascia Ch´io pianga”(Deja que llore, mi cruel suerte y que supere por la libertad” del Oratorio “Rinaldo” de Georg Friederich Haendel, uno de los más influyentes compositores de la música occidental y universal, así como “Vittoria, mio core”, (Victorioso mi corazón) de Giácomo Carissimi, uno de los compositores italianos más eminentes de los comienzos del Barroco y uno de los principales representantes de la Escuela Romana, quien perfeccionó el recitativo, al que diferenció de forma definitiva del aria. También introdujo mayor variedad orquestal y fue precursor del empleo expresivo de los solistas vocales en cantatas y oratorios.
El coordinador de actividades musicales del IOHO, Joel Vásquez ejecutó “Tiento XV en IV Tono” de Francisco Correa de Arauxo, quien fue uno de los compositores y organistas andaluces más importantes de la época de transición entre el Renacimiento y el Barroco.
Los becarios Noel Juárez y Jesús Juárez, interpretaron sucesivamente “Pequeño preludio No. 9 en Re menor BWV que identifica en alemán el catálogo de las obras “Bach-Werke-Verzeichnis”, del maestro de la fuga, Johann Sebastián Bach quien al ser compositor, organista, clavecinista, violinista, violista, maestro de capilla y cantor alemán, de quien se dice parte la nueva era de la música.
Del compositor italiano de ópera y música religiosa, Bernardo Pasquini, quien con Alessandro Scarlatti y Arcangelo Corelli se asociaron para integrar la Academia Arcadia; se interpretó “Partitas sobre la Aria de la Folia de España”, para luego escuchar la brillante armonía de la guitarra antigua ejecutada por Alberto Revilla cuyas notas se entrelazaban en el techo sonoro que hacía el órgano del templo que alberga al Señor de Tlacolula con la “Sonata I en Do mayor para Guitarra”, Tercer movimiento Giga Allegro de Francesco Geminiani.
“Pavana con su glosa” y “Diferencias sobre la Gallarda Milanesa”, fueron ejecutadas por los becarios Javier Mendoza y Jesús González, respectivamente, bellas piezas del organista, arpista y compositor español del Renacimiento, Antonio de Cabezón, quien quedó ciego de niño, lo cual no le impidió dejar un amplia repertorio.
Isaí Guzmán, tocó en ese órgano “Bajo de trompeta” de Luis-Nicolás Clerembault , luego Alberto Revilla y Cecilia Winter ofrecieron la introducción y fandango de Luigi Boccherini; para que la maestra Winter acompañara la voz de Felipe Espinoza en Largo “Ombra mai fu” (Nunca hubo sombra” de Haendel; “Gia il sole del Gange” (Brilla el sol del Gange) de Alejandro Scarlatti y “La calumnia” de la ópera “El barbero de Sevilla” de Giacomo Rossini.
El programa de este concierto concluyó con las percusiones de Valentín Hernández y la maestra Winter interpretaron el famoso “Bolero” del compositor francés del siglo XX Joseph Maurice Ravel, cuya obra es vinculada al impresionismo y se identificó por cultivar la perfección formal sin dejar de ser al mismo tiempo profundamente humano y expresivo.
