Maximilian Thiel, revalora el muralismo desde Oaxaca

Fortino TORRENTERA O. Oaxaca.- Del Preclásico Temprano y Medio (2500-400 a.C.) en la Cuenca de México y en distintos sitios como San José Mogote en Oaxaca se ha encontrado cerámica con una técnica particular, el esgrafiado; presente también en los murales de Bonampak, que inspiraron al muralista y artista visual alemán, Maximilian Thiel a desarrollar esta innovadora y perene técnica urbana. El sabado pasado se realizó un conversatorio con motivo de la muestra gráfica “El último tiempo” y de un mural anexo a Espacio Centro que se encuentra sobre el boulevard Eduardo Vasconcelos 204-A, a la vuelta del Panteón General. El artista germano que ha encontrado en Oaxaca una forma distinta de percibir el mundo, recibió un comentario en la apertura de la muestra que tuvo lugar la noche de este jueves en ese espacio abierto a las expresiones plásticas que impulsa Nidia Rosales, sólo le dijo el asistente: “Hasta acá se puede oler tu obra”. Quienes llegaron al lugar, admiraban a un pelícano emprendiendo el vuelo y en el bloque superior una composición de formas humana que forman rostros que parecieran estar en constante movimiento, los cuales integran el mural que se presenta al público. Sobre su proceso de trabajo, comentó “Me gusta mucho la búsqueda y se refleja en el acto de excavar que se practica en la arqueología, que es un aspecto de la cultura mexicana contemporánea que me interesó y me impactó mucho desde la primera vez que vine a Oaxaca”. “De hecho las pinturas de Bonampak en Chiapas me cautivaron para iniciarme en el muralismo, al     advertir el potencial comunicativo que tienen y me permitió descubrir un potencial del arte que había visto antes”. Explica que en el esgrafiado se trabaja con arena que por sí tiene un color que se mezclan con los pigmentos para dar esta sensación terrosa; mientras que los colores en los grabados surgieron muy orgánicamente a partir de una experimentación con muchos colores hasta obtener esa paleta “Hay algo cenestésico en la obra que me gusta plasmar, pues para mí no sólo es la imagen, sino muchos recuerdos como un tiempo encapsulado de experiencias. Los motivos están ahí y como tiene que llegar a un motivo para hacerlo más digerible”. “Me gusta pensar en la superficie, en la profundidad y le dibujo es muy importante, tanto como el material y el proceso para llegar a un resultado muy preciso. No controlo nada, pero todo pasa a través de dinámicas y energías que están en el lugar, en la gente, el entorno, en el material”. Su serie de mixta de grabado en metal y xilografía la trabajó en el Taller Gráfica Libre de Beatriz Rivas Palacios y Adrián Aguirre, el cual se localiza en Zaachila, recuerda: “Muy amigable y en lo personal me gusta trabajar en los talleres porque es un constante intercambio de conocimientos; además me gusta la gráfica por es muy procesual”. La técnica desarrollada por Maximilian, no sólo es un medio personal de expresión, sino que abre nuevos soportes para el desarrollo de la llamada Gráfica Popular que se hace en Oaxaca, ya que el material es más durable sobre muros. Además de innovar en el desarrollo de esta técnica tradicional que recupera el arte mexicano del mural, revalora una ancestral técnica prehispánicas como es el calado o esgrafiado que entre los antiguos tenían una función suntuaria, un simbolismo religioso