Oaxaca.- La Basílica Menor de Nuestra Señora de la Soledad será la sede del Concierto Navideño organizado por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C. (IOHIO), que se llevará cabo este sábado 23 de diciembre a las 19:30 horas, y donde el público escuchará el sonido del órgano restaurado más antiguo de Oaxaca, que data de 1686, acompañado por las virtuosas voces de cinco cantantes de ópera.
De acceso gratuito, este recital brinda la posibilidad de presenciar un encuentro con los sonidos del glorioso pasado musical de Oaxaca. En esta velada el programa incluye canciones navideñas internacionales como Adeste Fideles, Noche de Paz y La Primera Navidad, entre otras piezas, además de El Mesías de Georg Friedrich Händel.
La maestra Cecilia Winter, directora del IOHIO, y el organista oaxaqueño Isaí Guzmán, becario del IOHIO, serán quienes hagan sonar este instrumento ubicado en el coro alto de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Soledad
Los solistas que participan en este concierto de sábado son el maestro Felipe Espinosa Olmedo, bajo mexicano, tutor de canto en el Instituto de Formación Musical Maurice Ravel, fundador y director del Taller de Ópera Permanente en Oaxaca (TOPO).
También brillará la voz de la soprano oaxaqueña, Laura Martínez García, egresada de la Escuela de Canto de Mazatlán, quien actualmente radicada en Roma estudiando en el Pontificio de Música Sacra.
Se suma a esta lista el tenor oaxaqueño, Kevin Cruz Franco, quien regresa después de cursar la licenciatura en música en la Universidad de Sonora. También participará la voz de Mara Sephany Pinacho, soprano oaxaqueña, que estudió con el maestro Felipe Espinosa, para luego ingresar al Conservatorio Nacional de México en 2017.
En este encuentro musical se escuchará la voz de Naomi Villegas, soprano mexicana radicada en Oaxaca, alumna de Felipe Espinosa en el Instituto de Formación Musical Maurice Ravel.
- RIQUEZA MUSICAL DE OAXACA
Dentro de la vasta riqueza patrimonial del estado de Oaxaca, la colección de órganos tubulares barrocos representa uno de los tesoros culturales menos conocidos. Setenta y dos instrumentos construidos entre 1686 y 1891 nos recuerdan un glorioso pasado musical, cuando Oaxaca era el tercer centro de música más importante en la Nueva España, después de la Ciudad de México y Puebla.
A partir de la década de los 1990, una creciente apreciación de estos maravillosos instrumentos musicales ha llevado a proyectos de conservación y restauración, además de su uso más frecuente en misas y celebraciones litúrgicas, conciertos y festivales por todo el estado.
Aunque han existido cientos de órganos en Oaxaca desde 1544, la mayoría de ellos se han perdido a través del tiempo debido al deterioro normal, los desastres naturales, la negligencia y/o la destrucción intencional.
A pesar de su condición, el acervo relativamente pequeño de setenta y dos órganos es suficiente para revelar un fascinante panorama de las técnicas de construcción y las características sonoras a lo largo de dos siglos.