Fortino Torrentera O.
Oaxaca.- Se trata de la primera galería de escultura al aire libre, donde el arte convive con la naturaleza; enclavada muy cerca de las minas de cantera, la Galería Magdalena, es un sueño anhelado por su creador, el destacado escultor oaxaqueño, Adolfo Cruz Martínez.
A unos 300 metros del Parque Industrial de Magdalena Apasco Etla, se encuentra este espacio escultórico donde a partir de este domingo a las 14:00 horas se exhibirán más de 40 piezas que el maestro Cruz Martínez ha realizado a lo largo de más de 50 años en el oficio.
En una amplia galera se exhibe la obra del escultor realizada en bronce, madera, cera, cantera, piedra amarilla, rosa o blanca al igual que ónix o mármol, donde el experimentado artista que ha realizado una labor callada y conocedor del patrimonio histórico de Oaxaca, pero también en su visión estética.
En sus patios se yergue dos estelas que como manada, parecen surgir de la tierra; una alberca con una fuente rematada en el centro con otra pieza escultórica, envuelven la casa del artista y sus talleres de cantera y de fundido.
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icho espacio fue concebido hace ocho años, pero fue hasta ahora que el maestro Adolfo Cruz pudo concretar este sueño que busca que los visitantes, los amantes de la escultura y el arte convivan con la naturaleza y qué mejor que hacerlo desde dentro de la cantera.
Originario de Magdalena Apasco, el maestro Cruz Martínez empezó su diálogo entre el cincel y la piedra a los 12 años de edad cuando se inició colaborando en la restauración de monumentos histórico, como fue el caso del conjunto arquitectónico en San Pedro y San Pablo Teposcolula.
Después regresó a esta capital para participar en la restauración del Convento de los Siete Príncipes, a la creación de la fachada de la Escuela Normal y de ahí, en la construcción de las fuentes del zócalo capitalino y en particular la volutas barrocas.
Es ahí donde conoce y empieza a trabajar con quien considera un maestro, con el escultor oaxaqueño radicado en Italia, Mario Borguet, hijo de Emilio Borguet, extraordinario ebanista, quien elaboró el retablo de la Virgen del Rosario del Templo de Santo Domingo; tiempo en que ingresa a la Escuela de Bellas Artes, hasta que en 1968 obtiene la titularidad como maestro del taller de escultura de ese espacio educativo.
Una prueba de su conocimiento y habilidad fue la restauración en 1976 de la fachada principal del Templo de Santo Domingo, uno de los íconos históricos de esta capital; un año después realizó las balautres de la escultura de Don Benito Juarez en el Edificio Central de la UABJO.
Siguió en 1978 en la renovación de las piezas dñadas de la portada principal de la Catedral y luego la remodelación de la Plaza de la Constitución y de la Alameda de León que hasta hoy se conservan, colmando su trayectoria como un escultor dedicado al cuidado del Patrimonio.
Vinieron otras intervenciones en el templo de Santa Catarina Ixtepeji, San Juan Bautista Coixtlahuaca, Teposculula, la cruz y atrio en el santuario de Santa Catarina Juquila, así como en la catedral de Huajuapan de León, luego de terremoto de 1980; en la terminal de Santa María Huatulco; San Pablo Huixtepec.
Además de su trabajo de remodelación en calles de esta ciudad, realizó esculturas de Mrtín Cruz Juárez en San Felipe Yagachin, Miahuatlán; de la Profesora Orfa Bohoquez en esa cabecera distrital, así como del obispo Rafael Amador Hernández en la Diócesis de Huajuapam de León.
En su trayectoria, ha visto los cambios y usos de materiales, pero también de procesos que antes realizaban diez personas para el corte y pulido de piedra que hoy lo hace una sola persona en menor tiempo y desperdicio de materiales con modernas máquinas.
Lamentó que no exista un criterio unificado para los procesos de restauración que cambian constantemente y provocan una mala ejecución en las intervenciones, al tiempo de reconocer el trabajo, creatividad y destreza de los canteros y escultores oaxaqueños.
