Fortino TORRENTERA O.
Oaxaca.-“Hay libros que no deben llegar demasiado pronto”, parafrasea a la escritora siria, Ikram Antaki Ake, el historiador y periodista, Antonio Malacara Palacios, autor del Atlas del Jazz en México, cartografía histórica de este género, quien espero por años la realización de este sueño que hoy descubre que muchos mexicanos gozan de la epidemia del jazz.
No hablamos de una obra muy elaborada ni técnica, sino del más importante documento que se haya compilado con testimonios de protagonistas, melómanos y amantes del jazz que a decir del maestro Malacara le reveló en principio, que en toda la República se hizo o se sigue desarrollando este género en todas sus presentaciones.
La sabiduría del tema se refleja en la amplia frente de Malacara, de su entrecana mata se reflejan la experiencia y las vueltas de la vida, la sabiduría y paciencia del maestro que por largo tiempo acarició este proyecto, recabando entrevistas de aquí y allá, esperando colaboraciones que nunca llegaron, integró esta radiografía musical, que se vuelve tan amena como una compilación de narraciones.
Se ha presentado en muchas ciudades del país esta publicación financiada acertadamente por la Secretaría Federal del Cultura, la LXII Legislatura federal y el Taller de Creación Literaria “En el borde líneas y versos para iniciar el vuelo” y el autor comentó:
“El Atlas del Jazz en México sigue recibiendo invitaciones y abre sus propias rutas, buscando los espacios que
quedaron pendientes el año pasado. En este mes de marzo, están programadas cuatro nuevas fechas”, que además de su información; eso, el que vaya revelando la trascendencia del jazz en el país, es otro de los méritos de este esfuerzo editorial que está por convertirse en digital.
En agosto pasado, tuve el gusto de acompañar a Antonio Malacara y a Oscar Xavier Martínez “Oxama”, a la presentación de este Atlas que se hizo en Oaxaca en la Biblioteca Henestrosa, antes, en un café de esta ciudad, en una larga entrevista reveló que “México es un país melómano donde se hace jazz de todo tipo y permea en todas las músicas, es el Bacardí de la música”.
Y va más fuerte, aunque sarcástico: “Debería estar prohibido con cárcel tocar mala música, especialmente los farsantes del free jazz” y no es que se le formen ámpulas de exquisitez, pero el jazz mexicano es gradualmente más exigente”.
“No hay educación musical, es un mal enquistado, donde son claros los intereses de grandes negociantes en este país; no obstante hay un repunte de la producción jazzística, debido a que las nuevas generaciones lo está consumiendo”.
Sobre Oaxaca reconoció que existe un movimiento vivo que incluye a un público cada vez más metido en el género, promotores y hacedores del jazz. Valga decir que aquí vive una de las leyendas del jazz mexicano, el maestro Miguel Samperio, que como dice un amante del jazz: “Respira, come, caga, bebe jazz a diario, es un hombre jazz, como los grandes, solo por citar a Charlie Parker o John Coltrane”.
Desde hace un par de décadas, nos hacíamos la pregunta ¿Cómo entró el jazz a Oaxaca? Y por datos históricos nos enteramos que fue de los primeros lugares en que llegó por trabajadores migrantes de la Mixteca; sin embargo, recientes estudios contenidos en la Etnografía de las Músicas de Oaxaca (EMO), según uno de sus compiladores, Rubén Luengas, el foxtrot y la polka llegaron primero al Istmo de Tehuantepec.
El punto es que Oaxaca es uno de los epicentros actuales del jazz, aunque no cuenta con una escuela como las de Xalapa, Tuxtla Gutiérrez, la Escuela Superior de Música que cuenta con una licenciatura en Jazz; en Morelia que ha impulsado el maestro Juan Alzate, en San Luis Potosí con Samuel Martínez Herrera que se incluye desde el nivel bachillerato.
Aún sin escuelas formales, de Zaachila es el Premio Charlie Parker, el “Oscar del Sax en el Jazz”, el discípulo de Samperio, Arody Martínez; otro Martinez es Silvestre, el mejor percusionista oaxaqueño que en Nueva York toca con su quinteto o el guitarrista Gil Gutiérrez y una nueva generación pujante que ama y comparte su jazz.
Como en Oaxaca, en otras ciudades del país hay una larga historia que es recogida en el Atlas del Jazz en México en el mes de Marzo están se presentará en la Casa de la Cultura de Morelia (Av. Morelos Nte. # 485; Centro Histórico), este viernes 10 a las cinco de la tarde. En los comentarios estarán Nektli Rojas (Jazztival Michoacán), Juan Alzate (Conservatorio de Las Rosas) y el autor. La música aparecerá gracias al trompetista Phil Grenadier y el cuarteto de Juan Alzate.
En Mérida, en el Centro de Convenciones Siglo XXI (Calle 60 Nte. # 299; Col. Revolución). Lunes 13, a las siete de la noche. En los comentarios estarán Mario Esquivel (Museo de la Canción Yucateca), Alberto Palomo (Escuela Superior de Artes de Yucatán) y el autor. La música aparecerá gracias al piano de Mario Esquivel y la guitarra de Alberto Palomo.
Para el Miércoles 15 a las siete de la noche en Villahermosa en el Instituto Juárez de la UJAT (Av. 27 de Febrero # 640; Col. Centro). En los comentarios estarán Norma Cárdenas (Fundación Universidad Juárez Autónoma de Tabasco), Vicente Luna (División Académica de Educación y Arte de la UJAT) y el autor. La música aparecerá gracias al Trío de Vicente Luna.
En la Ciudad de México: Pizza Jazz (Municipio Libre # 46; Col. Portales), el sábado 25 a las seis de la tarde. En los comentarios estarán Germán Palomares Oviedo (Horizonte 107.9), Adrián Escamilla (Saxofonista - Pizza Jazz) y el autor. La música aparecerá gracias al grupo de Irving Madariaga