Ciudad de México.- En casi 20 años de vida, la revista
Diario de campo se ha constituido en una plataforma accesible, ágil y atractiva para el intercambio y la discusión sobre temas que ocupan a la antropología en sus distintas especialidades, tanto en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como en México, afirmó Aída Castilleja, secretaría técnica del INAH.
En representación del antropólogo Diego Prieto Hernández, director general del INAH, la antropóloga rememoró los inicios de la publicación con un número dedicado a la ley de derechos de los pueblos y comunidades indígenas del estado de Oaxaca, aunque realmente, en sus comienzos se trataba de un boletín interno dedicado a fomentar la vinculación entre los investigadores del instituto.
Durante la presentación del primer número de la cuarta etapa de la revista
Diario de campo, en el Museo Nacional de Culturas Populares, Aída Castilleja destacó que esta publicación ha sido un vehículo para estrechar lazos de comunicación y reconocimiento entre investigadores en torno a temas y problemáticas propios de la disciplina, así como a los quehaceres que se le han conferido al INAH, en particular, en su ley orgánica, referentes a la investigación, protección, difusión, docencia y aprovechamiento social del rico y variado patrimonio cultural de México.
Sobre este volumen dedicado a los derechos culturales, la antropóloga comentó que la forma cómo se constituyó este número permite de manera integrada, vislumbrar algunas de las aristas de la complejidad que supone el término patrimonio cultural.
Explicó que se debe entender el patrimonio desde los procesos de defensa social, ante situaciones de disputa y despojo, y no sólo desde la protección que garantiza el Estado.
Pugnó por el reconocimiento de los derechos culturales desde el marco jurídico y las políticas públicas, pero también desde los instrumentos internacionales, como tratados y convenios.
Sobre el concepto de los derechos culturales, Jaime Fernando Cárdenas García, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo que debido a que éstos tienen contenidos aún más amplios, lo que a los juristas les preocupa es la certeza y la seguridad jurídica de los mismos. “Sabemos que todo derecho humano, ya sea individual o colectivo, es por definición indeterminado; cuál es el límite de los derechos culturales, qué podemos entender por ello, dependerá del desarrollo de los pueblos”.
Quien fuera diputado constituyente en la Asamblea Legislativa y ex integrante del comité que redactó la primera Constitución de la Ciudad de México, expuso que el significado de los bienes culturales o la identidad cultural está sometida constantemente a revisión jurídica, histórica, antropológica, sociológica, entre otros, y dependerá en lo jurídico de lo que vayan estableciendo los tribunales, la legislación y los tratados internacionales sobre los derechos culturales, desde una concepción individual o colectiva.
“Debemos de pensar no solamente en el reconocimiento de los derechos culturales y cuáles son los bienes que los integran, distinguir entre patrimonio cultural, identidad cultural, interculturalidad, pluriculturalidad, y también, por lo menos para los juristas y todos los activistas por los derechos humanos, pensar en los mecanismos de exigibilidad y justiciabilidad de los mismos, de cómo hacerlos efectivos”.
Diego Armando Guerrero, director de Enlace con la Cámara de Diputados, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), indicó que ante la amplitud del concepto cultura, se genera una necesidad de regularlo y protegerlo, por lo que apeló a la “justiciabilidad” de los derechos culturales, figura compleja de transformar pero que cuenta con diversos herramientas —como la reforma a la Constitución en 2011, en materia de derechos humanos—, así como de tratados internacionales que han coadyuvado a permitir la existencia de instrumentos firmados por México para que formen parte de la normatividad del Estado y poder generar esta protección.
Sobre la publicación, el catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM destacó que la revista aborda temas en torno a la cultura, a derechos culturales y al patrimonio cultural, desde una perspectiva de derechos humanos, de gran importancia por los momentos que se viven en la materia en el país, sobre todo a raíz de los cambios institucionales y legislativos de los últimos tiempos, con la creación de la Secretaría de Cultura y la Ley de Cultura.
La presentación del volumen contó con la moderación de la coordinadora nacional de Antropología del INAH, la doctora María Elisa Velázquez.
El número 1 de la cuarta época de la revista Diario de campo cuenta con los textos
¿Cómo pasó? Reflexiones sobre la reconfiguración del campo cultural en México, de Maya Lorena Pérez Ruiz;
El patrimonio biocultural y los derechos culturales de los pueblos indígenas, comunidades locales y equiparables, de Eckart Boege;
El sistema jurídico mexicano y los derechos culturales, de Francisco López Bárcenas;
Los derechos culturales y su diversidad en el marco del Estado-nación, de Jesús Antonio Machuca.
Completan el volumen el artículo de Amparo Sevilla, titulado
Los derechos culturales en el marco de los actuales procesos de patrimonialización emanados de la UNESCO, continúa el documento colectivo
Declaración de principios para una ley de cultura en México, prosigue
El patrimonio cultural y el reconocimiento de los derechos culturales: entrevista a Aída Castilleja, secretaría técnica del INAH, de Francisco López Bárcenas, y concluye con la reseña de
El cancionero de la Intervención Norteamericana de 1916 (de Pavel L. Navarro), hecha por José Luis Juárez López.