Fortino Torrentera
Oaxaca.- La obtusa visión municipal de la seguridad pública se patetiza en dar prioridad al equipamiento y armamento de la seguridad pública, cuando lo importante es combatir las causas; ello se hace notorio con las autoridades municipales que paulatinamente han desalojado el Instituto de la Cultura Zapoteca para instalar el cuartel de la policía.
Uno de los mayores valores de Oaxaca, se halla en la cultura zapoteca, en su tradición, sus costumbres, sus colores, su gastronomía, pero sobre todo su lengua es el mayor de los tesoros de los pueblos istmeños, que si bien ha decaído su influencia en la región, en los últimos años, grupos culturales han empezado el rescate y conservación del zapoteco.
En el 2012, los escritores Jorge Magariño, Víctor Terán, José Alfredo Escobar, Emmanuel Villalobos, así como los colectivos Inculza, el Taller de Artes Plásticas Stuuba migu y el colectivo Estudio fotográfico Bicu nisa, elaboraron un proyecto para crear el Instituto de la Cultura Zapoteca desde la Asociación Civil llamada Gubiya zoo en Juchitán de Zaragoza.
Aprovechando que el pintor Soid Pastrana era regidor de cultura, se gestionó con el entonces diputado federal Samuel Gurrión, recursos para la compra del terreno y la construcción de las instalaciones para ese instituto por cinco millones de pesos que llegaron en 2013 al Ayuntamiento que encabezaba Daniel Gurrión que después de nueve años no entregó nada.
Al poco tiempo, los llevaron a la entrega del local, designándoles una galera como bodega, accediendo a ocuparlo a pesar de que el compromiso era la adquisición del terreno y su construcción; no obstante Daniel Gurrión les entregó un comodato por 40 años de esa galera.
Antes, en ese lugar había una llantera cuya propiedad del terreno estaba en duda, no obstante, el entonces munícipe de Juchitán, Alberto Reyna lo destinó para la construcción del Hospital de la Mujer que no concluyó debidamente, por lo que el equipamiento desapareció, siendo abandonado y reutilizado para ese instituto.
Siendo edil de Daniel Gurrión, habilitó ese espacio para la comandancia de la Policía Municipal y más tarde del Cuerpo de bomberos, destinando una de las alas al Instituto de la Cultura Zapoteca donde opera actualmente.
Con la administración de Saúl Vicente Vásquez hubo disposición pero nos pidió un espacio para comunicación social y eventualmente hacer talleres o reuniones, los cuales se dispusieron, a cambio apoyó a ese instituto para la campaña del zapoteco en 2015, entre otras actividades.
Al llegar a la Presidencia Municipal, Gloria Sánchez López, buscaron desde meses antes a Héctor Sánchez a quien la expusieron las razones de mantener ese instituto y su forma de operación, quedando en tener otra oportunidad para ampliar la exposición, pero ésta nunca llegó.
A pesar de la insistencia por acercarse a las autoridades en turno encabezadas por Gloria Sánchez, los integrantes de ese instituto no tuvieron acceso, por lo que el 1 de enero al llegar a las instalaciones, el comandante de la Policía Municipal les informó que estaban tomando posesión para instalar sus oficinas y unos anexos a la comandancia, retirándose de buena forma el uniformado.
Pero 15 días después realizaban en esas instalaciones un taller de capacitación a la policía sin dar aviso; hace 10 días fueron a tirar transportes chatarra de la Policía Municipal y hace 10 días realizaron otro curso, lo que provocó que emitiera ese instituto un pronunciamiento denunciando esos hechos.
Ante ello, la autoridad municipal designó una Comisión con la que sostuvieron una reunión este martes, donde después de exponer el proyecto, uno de los regidores acotó que se trataba de un bien del ayuntamiento, lo que estableció la línea municipal.
El riesgo, dice Magariño, es que se tome un acuerdo que obedezca a los intereses de la autoridad municipal que bien tomen posesión de esa propiedad o que les den dos pedazos para mandar ahí al instituto, “lo que muestra que no hay ningún respeto por el trabajo”.
Considera que las medidas tomadas por la presidenta juchiteca, obedecen a que Magariño fue precandidato, cargo al que renunció porque había notado irregularidades, tomando la presidenta algunas actitudes con ciudadanos que lo pueden corroborar.
A lo largo de estos años de trabajo, el Instituto de la Cultura Zapoteca arrancó con una campaña de sensibilización del zapoteco donde se emitieron 16 promocionales de radio distribuidos en nueve estaciones comunitarias, más otros siete promocionales para redes sociales donde artistas como Natalia Toledo, Soid Pastrana, Natalia Cruz o Victor Pineda, entre otros, para que los padres y madres enseñen zapoteco a sus hijos.
De igual forma, publicaron videos donde registran Actividades, conmemoraciones y aniversarios como es el caso de la vida de Jesús Urbieta, Macario Matus o Nazario Chacón Pineda; además de establecer con una empresa que tiene una pantalla electrónica publicitaria en el crucero de Juchitán para que se proyecten algunos videos producidos por ese instituto.
De igual forma realizaron un Taller de Lecto-Escritura para 19 Maestros de nueve escuelas con el objetivo de que aprendieran esta técnica para reproducirlo en sus escuelas, además de otras actividades culturales y artísticas como fue el homenaje al escritor Víctor de la Cruz, entre otras.
No sólo el riesgo de perder ese espacio que ya habían intervenido, hoy ese instituto debe afrontar el financiamiento de sus actividades, donde los integrantes e instructores han dispuesto continuar a pesar de la falta de recursos, pues el Ayuntamiento les daba un apoyo mensual que ha sido suspendido.
Actualmente trabajan desde hace cinco meses con el Taller-Estudio de Pintores Jóvenes que encabeza Michel Pineda que continuarán en próximos días en pláticas de apreciación artística, además de la exposición fotográfica de Francisco Ramos donde instala el taller de fotografía que retomará el trabajo de Bicu nisa.
Como proyectos, buscarán darle continuidad a la difusión del zapoteco que en su segunda parte busca resarcir el desplazamiento del vocabulario zapoteca por palabras en español, buscando rescatar esta lengua que es orgullo cultural de Oaxaca.
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