Fortino Torrentera O.
Oaxaca.- “El fenómeno de las desapariciones en México, me llegó de sopetón, antes los niños jugábamos en la calle, las puertas de las casas estaban abiertas, hoy ya no confías en los vecinos ni en las autoridades en todos los niveles, por ello abordo la desaparición como eje central de esta novela”, comparte Bibiana Camacho, autora del libro “Lobo” editado por Almadía que se presentará este viernes a las 18:00 horas en el foro El Huaje que se localiza en la planta alta de la Proveedora Escolar.
“Con esta obra -comenta la escritora originaria de la Ciudad de México-, lo que quise retratar es cómo la gente se va ausentando y va desapareciendo en circunstancias no del todo claras que es lo que sucede en este país, pues nunca se sabe por qué las personas desaparecen, a dónde fue, nunca se sabe si la encontraron o no y de hecho cuando se
encuentra a alguien no se puede ni creer”.
Reconoce que entre sus influencias literarias se halla Amparo Dávila, Horacio Quiroga, Edgar Allan Poe, Margaret Arthur y Guadalupe Dueñas, por lo que esta novela surge de esa incógnita sobre la ausencia y desaparición presentes en trabajos como “El Huésped” de Amparo Dávila, además de que Lobo, es una comunidad que existe en México y que refleja mucho el ambiente de comunidades que aún existen en el país.
“Lobo sí existe, es el pueblo de mis abuelos maternos, que desde la niñez percibía como corrían las historias de brujos, espíritus y desapariciones, Admito que me movieron tres de mis temores: el miedo personal, la soledad y la incapacidad de escapar, como también suele pasar en este país, que no hay para donde hacerse”.
“La idea fue reducir a su mínima expresión ese poblado (Lobo), pues es muy pequeño, con pocos pobladores que finalmente se está desmoronando y que finalmente hay un secreto oculto, como siempre pasa en el país, pues se dan noticias malas sin que sepas dónde está el meollo del asunto, quienes están implicados en el fondo, por lo que todo queda en rumores de todos lados”.
Respecto al fenómeno de la desaparición en México, apunta: “Lo que me empezó a pasar y que es horrible es que uno ve miles de anuncios sobre desapariciones, pero de un tiempo a la fecha me empezó a crear una especie de desasosiego, pues te das cuenta que el cerco se va cerrando y no es exclusivo de gente que uno no conoce, pero que todos estamos en riesgo de que nos suceda”.
“Creo que las autoridades tienen una responsabilidad completa de todo lo que está ocurriendo y no ha habido un mecanismo entre los ciudadanos para hacer frente a estos fenómenos que nos laceran, pues incluso entre los mismos grupos que protestan han enfrentamientos y agresiones, en lugar de marchar juntos, se ha roto la confianza del vecino y con ello se diluye la posibilidad de que nos organicemos”.
Por ello considera que “el libro busca reflejar eso, que no importa dónde estés, en este país cualquiera es sujeto de desaparición, sobre todo mujeres jóvenes y niños son los que más desaparecen, pero no fue mi intención hablar específicamente de eso, ni sabría cómo abordarlo”.
“El propósito fue transmitir ese desasosiego, esa indefensión en que nos encontramos todos, de que cualquiera puede desaparecer en determinado momento”, refiere quien obtuvo mención honorífica en el Premio Juan Rulfo de primera novela en 2007.
Al preguntarle su cercanía con el ambiente espectral que logra Rulfo en “Pedro Páramo” responde: “Al hablar de esa novela estamos hablando de palabras muy mayores que es una cuestión muy universal pues son ánimas relatando historias y yo lo que quise retratar es cómo la gente va desapareciendo en circunstancias nada claras”.
“Lobo” es una ficción escrita en un lenguaje muy sencillo y digerible, a lo cual la autora señala: “A mí me gustan las historia bien narradas, me gusta la complejidad, pero me gusta narrar como voy viendo e imaginando las situaciones y es un estilo que he tenido desde el principio, pues me gusta ser muy clara y que las situaciones se vayan dando de manera muy precisa”.
Éste, es el tercer libro que le publica la Editorial Almadía, por lo cual expresó su entusiasmo y deseo que sea su casa editorial por tratarse de la originalidad de sus portadas, pero además por ser una de las editoriales independientes de este país.
Al respecto destacó la importancia de las editoriales independientes en todas partes del país que surgen no con la intención de hacer dinero, sino de promover la lectura y proponer aquellas que resultan más interesantes, con una propuesta estética.
Y concluye: “Los libros pueden ser la tabla de salvación, pues no se va a cambiar la realidad solo de ningún modo, pero permite tener una visión del mundo para nutrirse de otras cosas que no sean nada más las noticias a medias o lo que se maneja en internet, creo que a veces meterse a otros mundos nos puede ayudar a tener otra perspectiva de la realidad”.