Toledo de la maestría a su alianza con la juventud, según Guillermo Santos

Fortino Torrentera O. Oaxaca.- En la exposición “Naa Pia/Yo mismo” que se exhibe en el Instituto de Artes Gráficas (IAGO), no sólo comparte su autor, Francisco Toledo, su maestría en la pintura, sino que además constituye una colección que vista desde diversas artistas, es trascendental en las artes plásticas del país. Guillermo Santos, quien es el autor del texto de esa muestra, es un joven escritor y erudito lector formado en una generación donde la presencia del maestro Toledo ha sido un motor en su formación. La admiración que le guarda al pintor juchiteco se sintetiza: “Hay dos personas en la mítica de Oaxaca que son Benito Juárez y Francisco Toledo, quien ya cobró tal importancia que ahora desde que eres niño te dicen lo que está haciendo y muchas veces no sabemos lo que está haciendo pero es algo muy importante. Soy de una generación que creció con él, Toledo ya estaba ahí”. Coincide que el valor que tienen las 120 piezas que componen esta muestra, formada por cerámica y óleos, tienen un valor especial en la trayectoria del autor, quien desde muy niño empezó a hacer autorretratos. “Toledo es grabador, el trabajado con el tema de reproducir mucho su obra, pero que haga piezas únicas es algo exclusivo; no sé cómo esté el mundo del mercado comercial, pero considero que es una forma para que el mundo entero pueda mirar a la pintura, pues las prácticas contemporáneas están dejando de lado al dibujo o la pintura, o sea se está generalizando en los artistas jóvenes hacer arte muy conceptual que lleva más de cien años”. “Se ve como un retroceso volver a la pintura, cuando es una tradición que lleva más de 500 años y es importantísima y más si que se de en un contexto latinoamericano, pues la pintura al óleo es una tradición completamente europea, cuando la ves desde aquí es muy diferentes, ya que contrastan mucho los colores, las texturas, en fin toda esa riqueza táctil y visual que tiene la obra de Toledo”. La temática de esta muestra, considera Santos, es compleja “pues siempre ha hecho autorretratos desde muy joven, presente en la obra de Toledo donde no hay una ruptura con respecto a sí mismo, diferente a la ruptura que sí la hay en una tradición anterior a él, pero muestra una gran continuidad”. “Lo que veo es esa necesidad de preguntarse quién soy yo, ya que ese yo mismo significa un montón de cosas complejas de Toledo. Su yo mismo, cuando lo hace al hablar con él y analizarlo, encontramos que hay elementos que vienen de los jerogrifos, de los grifos aztecas y zapotecas, entre otros que están incorporados a su personalidad como si estuvieran cincelados en su rostro, es algo tan natural”. “El maestro Toledo está muy presente, muy actual en su lucha contra los transgénicos, la promoción a la poesía, las lenguas y la lectura, aunque a la vez es muy antiguo, lo pienso como la necesidad de actualizar lo originario, lo arcaico no en el sentido primitivo, sino como volver a mirar las cosas una vez más, por ello la importancia de estas piezas”. Al preguntarle si esta muestra que presenta al Toledo de niño y piezas muy joven pintándose a si mismo, comenta: “Hay un contenido autobiográfico que le pasa a los grandes escritores o a la gente muy mayor que evocan su primer recuerdo, lo que considero muy humano y el maestro Toledo lo está haciendo cuando llega a los 80 años” Consideró que es compleja la realidad de Oaxaca, pues aunque ocupa uno de los últimos lugares en economía del país, haya lugares como el IAGO o el Fondo Jose F. Gómez donde “se puede ver obra de Picasso, de Goya, de Rembrant, de los grandes maestros, lo cual es sorprendente y ahora todos tenemos la oportunidad de ver de cerca la obra, casi tocarla, olerla que en eso consideren los óleos que le da una realidad diferente a la visión plástica de la producción contemporánea. De igual forma coincidió con la iniciativa del maestro Toledo: “Le doy las gracias por darme la oportunidad de escribir este texto, creo que va en consonancia con sus proyectos, pues le interesan mucho los jóvenes, las leguas autonómicas, acercándose a las minorías, pero le interesa trabajar con jóvenes, por ello la gran mayoría de los proyectos que encabeza están operados por personas que no rebasan los 30 años”. Hoy Guillermo Santos forma parte de una generación de excelentes escritores y ávidos lectores autodidactas formados en el IAGO, del cual refiere: “Creo es una buena forma de percibir la realidad, siendo un escuela muy libre porque tu escoges lo que quieres leer, solo falta la voluntad individual, pues las formas en que se relaciona el lector con los libros que hay aquí, son totalmente diferentes porque en otros espacios similares existe una burocracia de la que padecemos desde hace décadas”. “Hemos agotado muchas formas de relacionarnos los humanos, que empieza por la industrialización de los alimentos o la educación que es otra, ya nos dimos cuenta que las cosas no van por ahí, educar uniformando el pensamiento de las personas, al contrario, pues el arte se caracteriza por la transformación del individuo o por exaltar las diferencias que es lo que debe hacer una biblioteca”. En esta manera de formación, a diferencia de la escuela convencional en que es importante la calificación y el sistema de competencias, pero estima: “aquí compites contra ti mismo. De alguna forma te sientes como un escarabajo que anda entre los libros, lo cual da un marco de referencia más amplio de la forma en que te educan en una escuela”. “Creo que no se necesita una radiografía en este momento para decir que solo está mal la educación, está mal todo en lo económico, político y social”. Y termina diciendo: “No puedo concebir el IAGO en otro estado o en otro país como las condiciones que tenemos aquí en Oaxaca”.