Oaxaca.-Alemania reconoce y ha manifestado al Estado mexicano que la protección a periodistas y personas defensoras de derechos humanos es un reto en el que debe trabajar y poner el mayor de los esfuerzos, señaló el embajador de Alemania en México, Viktor Elbling, al participar en la entrega del Premio Estatal de Periodismo y Derechos Humanos Vox el 8 de diciembre último.
Este premio fue convocado por la Embajada de Alemania en México, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y el Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha A. C. para reconocer la labor en defensa de los derechos fundamentales que realizan periodistas en la entidad oaxaqueña.
En la entrega de los reconocimientos a Diana Manzo, Pedro Matías y Antonio Mundaca el viernes 8 de diciembre en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el embajador Elbling dijo que el periodismo es una de las actividades más riesgosas en México.
Es un tema que Alemania ve con especial atención en un país que es considerado peligroso para quienes ejercen el periodismo, pues la libertad de prensa y expresión son fundamentales para el respeto a los derechos humanos y la democracia, puntualizó el diplomático.
Durante la ceremonia de premiación realizada en el MACO, el embajador Elbling sostuvo que acuerdo con cifras de la Unión Europea y de la organización Reporteros Sin Fronteras, en 2017 han sido asesinados en México 11 periodistas, además de que muchos otros han sido víctimas de agresiones, intimidaciones y amenazas.
El diplomático señaló que esos ataques, junto con el tema de la impunidad, inciden en forma importante en el riesgo para quienes ejercen el periodismo, lo que también afecta a personas defensoras de derechos humanos, por lo cual la Embajada de Alemania en México se sumó a los Premios Vox a fin de ayudar a visibilizar y contribuir a la protección del periodismo en México.
Ante la coordinadora del Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, Sara Méndez Morales, la representante del rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez, Yarib Hernández García, y la Coordinadora de Fortalecimiento a la Cultura de los Derechos Humanos, Irma Lucía González Espinosa, el embajador Elbling manifestó que su país es un socio, pero sobre todo un amigo de México, por lo cual contribuyó con recursos al Premio como una forma de contribuir a mejorar las condiciones de quienes ejercen el periodismo, visibilizando su trabajo como una forma de protección.
Elbling dijo que en este momento el mundo vive un momento crítico, y por ello, “es alarmante que haya personas que pierdan la vida por expresar su opinión, además de que medios informativos y periodistas afronten condiciones de represión por ejercer la libertad de expresión y la prensa libre”.
Agregó que, frente a este panorama, Alemania no toma una posición cómoda, sino que su país es consciente que cualquier ataque a un periodista en cualquier parte del mundo es un ataque a la democracia.
El embajador de Alemania reiteró que la libertad de expresión y de prensa no es un lujo para los buenos tiempos o finanzas, sino que es una condición necesaria para las sociedades en todo momento.
Por ello, enfatizó, “es importante que juntos luchemos por defender la libertad de expresión día a día, porque sin periodismo no hay verdad; por eso apoyamos este premio, porque pensamos que en Oaxaca el periodismo y la defensa de los derechos humanos es tema relevante que vale la pena tratar. Con el premio queremos reconocer un trabajo valiente de los periodistas”.
Al intervenir en la ceremonia de premiación, la Coordinadora de Fortalecimiento a la Cultura de los Derechos Humanos de la Defensoría, Irma González, reconoció que el periodismo es esencial para que la población pueda ejercer sus derechos de forma integral e informada, por lo cual el organismo defensor trabaja para que las y los periodistas puedan ejercer su actividad en condiciones de libertad, dignidad y seguridad.
Por su parte, Antonio Mundaca –galardonado en la categoría Libertad de Expresión por su reportaje “Los periodistas de la frontera de Oaxaca y Veracruz”– dijo que su reportaje sobre Octavio Rojas y Armando Saldaña, periodistas asesinados en la frontera de Veracruz con Oaxaca, tuvo el propósito de hacer un aporte contra la invisibilización de lo que él llama “un agujero fronterizo, un agujero que todos los días se traga personas que arroja a las orillas de los centros urbanos”.
El periodista originario de San Juan Bautista Tuxtepec resaltó que su objetivo al participar en este certamen fue hacer visible a una región, “para que dejemos de ejercer el periodismo dentro de las cuevas, este premios es oxígeno para medios independientes que contra todas sus limitaciones están apostando por hacer periodismo de investigación en estas regiones, este premio es para que sepan que en Tuxtepec y en la región de la Cuenca del Papaloapan los periodistas estamos resistiendo”.
Por su lado, la periodista Diana Manzo –ganadora en la categoría Megaproyectos con el reportaje “Zapotecas Gubiñas usan ‘la palabra’ como resistencia para defender su territorio del francés”– expresó que ser mujer, ser indígena y ser periodista es muy complicado en Oaxaca, porque en.
La situación en que las comunicadoras realizan su trabajo es muy difícil –subrayó–, “especialmente cuando abordas temas sobre megaproyectos extractivistas; es un trabajo de tender redes con hombres, pero sobre todo mujeres, que luchan en el Istmo de Tehuantepec contra el despojo que implican esos proyectos, que han generado muchas diferencias sociales, aunque sus beneficios son mínimos”.
La periodista nacida en Juchitán de Zaragoza expuso que caminar con las mujeres defensoras de derechos humanos ha cambiado su visión de la vida. Afirmó que ver a las defensoras de derechos humanos usando la palabra como medio de defensa, la inspiró para comprender que es urgente construir un periodismo de derechos humanos, “un periodismo para la paz, para vencer a ese grupo mafioso que agrede a las y los periodistas, porque la palabra es más fuerte que la violencia”.
Por su parte, el periodista Pedro Matías Arrazola, quien fue reconocido por su trayectoria y por su labor en la defensa de derechos humanos desde la comunicación, señaló que, en Oaxaca, “tenemos como dueños de empresas periodísticas a ex gobernadores y políticos; a supuestos líderes políticos, sociales y empresariales como columnistas, a policías como reporteros, y a los periodistas de a pie únicamente como maquiladores”.
El corresponsal de la revista Proceso en Oaxaca manifestó que “lastimosamente, el papel que han jugado los medios de comunicación en Oaxaca, con algunas excepciones, ha sido de complicidad con el poder, o mejor dicho, con el dinero, porque a sus dueños no les importan colores o ideologías y mucho menos ser interlocutores con la sociedad; lo que les interesa es el negocio que representa la libertad de expresión”.
Matías dijo que en sus tres décadas de periodismo en Oaxaca pocas cosas han cambiado, “únicamente se han diversificado las formas de cooptar, controlar, intimidar y hasta matar periodistas; por eso, de acuerdo con datos de la Fundación Artículo 19, Oaxaca es la cuarta entidad con mayor registro de asesinatos de periodistas en México”, y pese a la existencia de instituciones especializadas en proteger a comunicadores, “continua la impunidad”.