Oaxaca.- La importación del huevo proveniente de Estados Unidos no cumple con los lineamientos de seguridad establecidos en la Norma Oficial Mexicana (NOM), ni con el control sobre la red de frío que requiere; a pesar de ello, la compra de este producto aumenta, sostuvo la diputada Evelyng Flores Carranza (PVEM).
Dijo que la industria avícola mexicana se encuentra preocupada por estas prácticas erróneas, ya que el huevo importado omite los lineamientos de seguridad de la NOM-159-SSA1-1996, que establece las disposiciones y especificaciones sanitarias que deben cumplir las personas físicas y morales para la producción, procesamiento o importación del huevo, productos y sus derivados.
“Estas prácticas demeritan la imagen y el valor del huevo, el cual se considera en nuestro país un producto primordial de consumo alimenticio y se caracteriza por ser fresco y saludable”, apuntó.
La también secretaria de la Comisión de Ganadería propone exhortar a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que fortalezca los mecanismos de inspección y verificación de las importaciones, de acuerdo con la NOM-159- SSA1-1996.
Asimismo, el exhorto que se envió a la Tercera Comisión de la Permanente, solicita a la dependencia federal, impulsar la industria local avícola, en particular en la producción, distribución y comercialización del huevo, por medio de políticas públicas adecuadas para enfrentar los retos derivados de la competencia internacional en el sector.
La legisladora por Jalisco subrayó que el huevo de origen estadounidense no cumple el proceso adecuado de refrigeración, interrumpido al momento de su importación a nuestro país.
Actualmente México ocupa el sexto lugar como productor de huevo a nivel mundial. En 2016, registró una producción de 2 millones 799 mil toneladas y se estima que este año se generen 2 millones 843 mil toneladas, constituyendo Jalisco el principal productor al producir 55 por ciento del total nacional.
Las principales entidades productoras de huevo de mesa en el país son: Jalisco, con un millón 414 mil 161 toneladas; Puebla, 495 mil; Sonora, 131 mil 189; Guanajuato, 93 mil 930, y Nuevo León, 81 mil 449 toneladas. El resto de los estados producen, en conjunto, 127 mil 728 toneladas.
Otro factor importante son los beneficios económicos derivados de la producción y consumo de este alimento, ya que tan sólo en 2016 esta industria generó mil 240 empleos directos, y para este año se estima asciendan a mil 253.
Flores Carranza reiteró que la importancia de las medidas sanitarias descritas en la NOM-SSA1- 1996 reside en que el huevo es un producto esencial en la dieta del mexicano, y los estándares de calidad impuestos permiten clasificarlo como uno de los productos más frescos y benéficos para la salud.
“La predilección que tienen los mexicanos hacia este alimento radica en que es una importante fuente de proteína, además de la facilidad para obtenerlo”, destacó.
En los últimos años, México se mantiene como el principal consumidor a nivel internacional, con una ingesta anual de 22.31 kilógramos per cápita. En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, aproximadamente 97 por ciento de la población consume este producto de manera regular.
En esta área urbana, durante 2016 las mujeres son las que consumieron más este producto con 54 por ciento, en tanto que los hombres alcanzaron el 46 por ciento.
En rangos de edad, los mayores consumidores son personas entre 26 y 35 años (17 por ciento), seguidas de los que tienen entre 18 y 25 años (16 por ciento) y los niños de 6 a 12 años (13 por ciento).
El huevo proporciona proteína de alta calidad, es fuente de vitamina A, E y D, de ácido fólico y complejo B, hierro, selenio, zinc y fósforo, y aporta pocos carbohidratos. Por ello, “es esencial que en su importación se tomen las medidas sanitarias adecuadas”.