Oaxaca.-El titular de la Unidad de Evaluación del Sistema Educativo Nacional del INEE, Jorge Hernández Uralde, destacó hoy que el nuevo planteamiento curricular de la educación básica presenta aciertos indiscutibles como son: el esfuerzo sistemático por identificar y recuperar los aspectos positivos de los currículos previos; la incorporación, por primera vez, en un currículo nacional del programa de lengua indígena como lengua materna y del español como segunda lengua dirigido a las escuelas indígenas, y la intención explícita de articular la educación básica con la media superior.
En la sesión moderada por el director del Fondo de Cultura Económica, José Carreño Carlón, Hernández Uralde precisó que estas y otras intenciones educativas, que son acertadas en términos generales, pueden convertirse en preocupaciones si no se realiza un esfuerzo adicional para dar mayor claridad y precisión a algunos conceptos que son fundamentales en el nuevo planteamiento, así como desarrollar orientaciones instrumentales más específicas para los docentes y las autoridades escolares, quienes deberán poner en práctica este currículo.
Al comentar la ponencia El Nuevo Modelo Educativo (NME), en la cuarta sesión del seminario La Reforma Educativa: Avances y Desafíos, destacó que cuando se revisan los principios pedagógicos y de evaluación, no hay nada expresamente relacionado con la formación de valores y actitudes.
Finalmente, consideró que en el plano de la evaluación el gran pendiente tiene que ver con la falta de orientaciones de cómo se deben recoger e integrar las evidencias que permitan establecer el logro de un aprendizaje clave.
Al exponer las características del Nuevo Modelo Educativo, de la Secretaría de Educación Pública, la directora general de Desarrollo Curricular de esa dependencia, Elisa Bonilla Rius, dio a conocer que se busca que todos los niños y jóvenes, sin importar su condición o contexto, tengan las mismas oportunidades de ser seguros de sí mismos, críticos, creativos y felices. Se trata de que todos desarrollen su potencial y estén listos para afrontar los retos del siglo XXI.
Bonilla Ruis informó que con el NME se pretende la alfabetización inicial, incrementar el gusto por las matemáticas, desarrollar la curiosidad y la capacidad de indagación, formar para la convivencia y la ciudadanía, atender la educación socioemocional y la autonomía curricular.
Aunado a lo anterior, comentó que con él también se pretende que los alumnos de primaria y secundaria lean con regularidad y adquieran estrategias de lectura y comprensión; escriban con agilidad y propiedad diversos tipos de textos; desarrollen la capacidad de investigar y organizar información, y aprendan a fundamentar sus argumentos.
Al referirse a las matemáticas señaló que el Nuevo Modelo Educativo también tiene como objetivos desterrar la idea de que solo unos cuantos la entienden, instalar la visión de su necesidad y utilidad y fomentar su gusto y disfrute.
Marisol Silva Laya, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, se planteó tres preguntas sobre el Nuevo Modelo Educativo puesto en marcha por la SEP: ¿Es novedoso? ¿Parte de un diagnóstico? Y ¿Contempla los elementos que requiere la educación mexicana para alcanzar el desarrollo que la sociedad demanda?
Sobre si es novedoso indicó que la forma de enseñar consistía en memorizar, era repetitiva y no se enfocaba en el aprendizaje de los niños y que ahora con el Nuevo Modelo Educativo el fin último es una educación de calidad con equidad donde los aprendizajes y la formación de niños y jóvenes está al centro está al centro de todos los esfuerzos educativos.
Antes el currículo tenía mucho contenido que no era útil ni significativo para los estudiantes y que a diferencia el Nuevo Modelo se enfoca en los aprendizajes clave para que los niños aprendan a aprender y con su determinación sigan aprendiendo a lo largo de la vida, informó.
Consideró que el NME establece como principio el reconocimiento a la diversidad sociocultural mexicana, pero persiste la idea de una sola escuela; recupera tendencias pedagógicas contemporáneas, pero no las pone en contexto en relación con experiencias y saberes pedagógicos producidos en México.