Ciudadania Express
Jueves 17 de agosto, 2017. 07:00 pm

Arnulfo Mendoza, dejó en su pintura la fuerza del color y la esencia indígena

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Fortino Torrentera Oaxaca.- Allá, en la tierra de los dioses zapotecos, donde se impone la iconografía que predomina en los Valles Centrales, nació un 17 de agosto de 1954, el artista plástico y puente irrefutable entre las artes visuales y el arte popular, hablamos de Arnulfo Mendoza, quien hace apenas tres años, falleció. Hoy cumpliría 63 años de edad, quien dentro de su generación creó un lenguaje propio plasmado en sus cuadros, donde los colores tierra cobran tal viveza que parecen explotar con imágenes de escenas que parecieran códices y al verlos más de cerca empiezan a contar una historia. Fue el primer artista proveniente de una ancestral tradición indígena que irrumpió en la escena plástica de Oaxaca y se consolidó como uno de los tejedores más famosos de Teotitlán, sus obras alcanzan valores de miles de dólares. El conocimiento técnico de la pintura y su formación en el arte popular, lo hicieron un creador muy completo, por lo que teñía sus propios materiales y fue particularmente afectado a los tonos rojos producidos por la cochinilla; en ocasiones, utilizó hilos de oro y plata. Recién graduado en la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, se convirtió en uno de los miembros fundadores del Taller Rufino Tamayo en 1974 y un años después, supervisó la producción de tapices por 25 artistas en los Estados Unidos para montarse en una exhibición del Otis College of Art and Design, pero fue en 1993 que brilla al participar en un proyecto internacional de arte en Tokio, Japón, donde dos de sus obras acapararon la atención del público. La cúspide de su carrera como artista plástico se colma cuandola Fundación Cultural Banamex lo nombró en 1996, uno de los “Grandes Maestros del arte popular de Oaxaca”, por lo que en su haber se cuentan más de cincuenta exposiciones tanto individuales como colectivas en diversos sitios; incluyendo Nueva York, Madrid, Dallas, París, Los Ángeles y Berlín. En 2003, su obra fue presentada en la exposición Weaving: a Cultural Testimony en el Museo Nacional de Arte Mexicano, en Chicago. Obras suyas se encuentran en las colecciones permanentes del Museo Nacional de Arte Mexicano en Chicago, de Tama Life 21 en Tokio, de la Fundación Cultural Banamex y del Centro para las Artes en Waterloo, Iowa; además, fue publicada en Cuentos Mayas, Native Tradition (1982) y Textiles de Oaxaca, Artes de México No.35 (1997), entre otros.5​ Arnulfo Mendoza, de 2009 a 2010 fue el director de la Galería La Mano Mágica, una de las más reconocidas en Oaxaca y desde donde ayudaba a jóvenes pintores y artistas que necesitaban algo de respaldo para mostrar su talento, Arriba de esa galería instaló su primer taller el destacado grabador Fernando Sandoval. Una de sus preocupaciones siempre fue que los artistas no tuvieran carencias ni penas, por ello aunque amante muy moderado del mezcal y el buen vino, Arnulfo siempre ha sido muy querido en su pueblo y deja un recuerdo imborrable. Hoy al recordar su nacimiento, reconocemos a un artista que sin luces dejó huella en la pintura oaxaqueña.
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