Oaxaca.-La posibilidad de que se presente una reducción en el precio de las gasolinas en México tardará de uno a dos años y dependerá de que exista mayor competencia en empresas que vendan el combustible y que Pemex aumente su capacidad de refinación, estimó CIBanco.
La firma recordó que la empresa productiva del Estado podría refinar la mayoría de la gasolina que se consume en el país hacia el año 2022, según las estimaciones de la reforma energética.
CIBanco criticó la decisión del Gobierno federal de posponer el aumento en la gasolina esperado en febrero, ya que
esto afecta el fortalecimiento de las finanzas públicas.
“Esta decisión le ayuda políticamente al gobierno a no empeorar sus niveles de aprobación con la ciudadanía, que recientemente mejoraron un poco con la cancelación del Presidente a la reunión prevista con Trump en Washington. Sin embargo, la decisión no favorece en la comunicación sobre la estrategia a seguir en cuanto al proceso de liberalización del precio de la gasolina y el fortalecimiento de las finanzas públicas del país”, destacó.
En ese sentido, CIBanco resaltó que retrasar el aumento en el precio del combustible no contribuye a incentivar la modernización del sector, ya que las inversiones podrían limitarse ante la incertidumbre de que sigue la intervención pública en el precio del combustible.
La firma financiera destacó que el gobierno seguirá presionado por la falta de recursos aunado a un aumento de la deuda pública que en 2016 subió a 49.1% del Producto Interno Bruto, cinco puntos porcentuales más alta que en 2015.
“El Gobierno federal sigue teniendo dificultades financieras. En un escenario donde el pago del servicio de la deuda seguirá creciendo por la expectativa de alzas de tasas de interés y presión de la moneda mexicana y con poco margen de maniobra para aumentar ingresos públicos que controlen los niveles actuales de deuda y déficit público, este tipo de decisiones no abonan en mejorar los fundamentos del sector público”, explicó.
Para CIBanco, los ingresos públicos seguirán limitados ante la promesa de no aumentar impuestos este sexenio y la reducción de ingresos petroleros y un bajo crecimiento económico