Fortino Torrentera O. Oaxaca.- En países desarrollados, la educación artística es vital para detectar las habilidades y aptitudes tanto para las artes, la ciencia y la tecnología. En México, desde que José Vasconcelos como Secretario de Instrucción Pública buscó insertar el arte y la cultura en el sistema educativo, hasta hoy, esto no se ha logrado. El arte es el principal medio para sembrar valores, buscando integrar una mejor y sensible sociedad, por ello, la enseñanza de las artes es crucial para una formación integral, pues es cada vez más certera una tesis: ”La unión de la educación y las artes opera positivamente en el tejido neuronal de los menores, fortalece la autoestima, salvaguarda la identidad cultural y propicia el pluralismo, el reconocimiento y el respeto por los otros ”. Si los métodos, formatos y procesos de enseñanza se han abierto a nuevos paradigmas para entender su discutida complejidad, la enseñanza de las artes supondría un laberinto; no obstante en países con un mayor desarrollo en la formación artística, técnica y académica, desde edades tempranas exploran la capacidad del niño y conducen al joven por la mejor ruta para su realización. Indudablemente que el acercamiento a las artes requiere de audaces estrategias que marcan la diferencia con la educación formal, pero el ejercicio de estas –las artes- implican ante todo una disciplina gustosa, no obligatoria como en la currícula formal. Por ello, una de las premisas es que los docentes entender el mundo de los alumnos y facilitarles el encuentro con su vocación y gusto por las artes, además de construir currículas y herramientas aplicables a cada grupo y cada alumno. Con los nuevos paradigmas educativos, la actitud de los docentes debe ser más cercana a los alumnos, más aún con los niños pequeños y con alguna discapacidad, además de condiciones de salud como es el Trastorno de Déficit de Atención (TDA) o Síndrome de Asperger, por mencionar algunas. Por ello, es necesario construir de una metodología de trabajo aplicable a las características de cada grupo para la enseñanza de las artes desde una perspectiva de inclusión, mediante prácticas sensitivas que contextualicen, inicialmente el entorno en que percibe el mundo la población discapacitada, para luego desmecanizar el movimiento, el entorno sonoro y generar una explosividad emotiva que se refleje en la creatividad. Hoy se retoman algunos fundamentos del Método Dalcroze (Euritmia) hasta la reflexión de las recientes aportaciones y perspectivas en métodos de enseñanza (como el sistema Waldorf), así como los nuevos paradigmas de la educación que con mucho éxito se aplican al aprendizaje de las artes. Refiere el Instituto Estudios Educativos y Sindicales de América (IEESA) que “A partir de los años ochenta, se dieron intentos por mantener la educación cultural y artística, se han visto mermados por un abandono, descuido y tergiversación del plan inicial vasconcelista”. “Por principio de cuentas, la educación pre-escolar, primaria y secundaria tiene varias deficiencias estructurales o de entendimiento del universo cultural. En lo concerniente a la educación primaria y pre-escolar, el error consiste en formas de la estructura, así como de ciertas desaveniencias al momento de comprender el acercamiento al arte por parte de los programas educativos planteados”. “En lo referente a la educación secundaria, existe un problema con dos universos culturales: aquellas clases denominadas como “educación artística” y el fomento a la lectura. La primera de ellas cuenta con el mismo problema estructural que se mencionó al final del párrafo anterior: al no tener un conocimiento realmente especializado en el tema, los alumnos no toman en serio dicha materia, o bien, la desdeñan y aprenden que el arte o la cultura es algo aburrido o que se tiene que hacer forzosamente”. Lamentablemente, hoy en día, la educación artística en el sistema federal es sólo una asignatura, basta con saberse “El condor pasa” y “Las mañanitas” o hacer una útil bolsa con manualidades para pasar el año. No, la educación artística es vital para el desarrollo integral del individuo en su formación, por ello fundamente que es el arte de enseñar el arte.