Oaxaca.-México pierde alrededor de 540 millones de toneladas de tierra fértil, debido a la erosión que sufren algunos terrenos, ocasionado por cambio climático, corrientes superficiales de agua y sin duda alguna por los malos hábitos agrarios que perjudican seriamente a la tierra.
Existen prácticas agrarias comunes que aceleran este efecto como lo son: el sobrepastoreo, arar en zonas indebidas, como lo es hacerlo en zonas montañosas, la desmedida deforestación y no seguir las indicaciones adecuadas cuando se usan insumos agrarios para los cultivos.
“Dos de los mayores retos para los pequeños productores agrícolas en México son, en primer lugar, que no cuentan con el conocimiento, ni las herramientas necesarias para sacar el mayor potencial a sus cultivos y la segunda, la resistencia al cambio que tienen los agricultores”, afirma Cristhian Forcelledo, director general de Agrodrone.
De acuerdo con el Banco Mundial, las actividades agrícolas en nuestro país representan el 3.1 por ciento del Precio Interno Bruto (PIB), por lo que es importante seguir impulsando este tipo de actividades, una de las formas es haciendo uso de la tecnología para erradicar malas prácticas que dañan no solamente al medio ambiente, sino también a los productores.
Nuevas tendencias tecnológicas como el análisis a través de drones, permite conocer el terreno en 3D y hacer una planeación estratégica del cultivo, así como monitorear el proceso de crecimiento que tienen las plantaciones en terrenos de difícil acceso.
“Los agricultores mexicanos no solamente necesitan apoyo financiero, sino que también necesitan acompañamiento de especialistas en tecnología, agronomía y en sustentabilidad ambiental, para que el rendimiento de sus cultivos sea óptimo y cumplan con las normas necesarias para ser verdaderamente competitivos” indica Forcelledo.
Combatir las plagas y enfermedades, las cuales reducen el 30 por ciento del rendimiento de los cultivos, es una de las tareas más arduas a las que se enfrentan los productores de hortalizas, sin embargo, tan sólo el año pasado, las exportaciones de estos productos, tubérculos y raíces aumentaron un 13.8 veces más que las importaciones, lo que implica reforzar los cuidados para aumentar la calidad de los productos que se comercian.
Por otro lado, está comprobado que la manera de realizar fumigaciones de forma tradicional causa daños a los mantos acuíferos, ya que los insumos usados escurren filtrándose a la tierra, además esto también representa pérdidas al agricultor debido a que existe un alto porcentaje de desperdicio del producto usado.
Todas estas acciones han permitido abrir una nueva ventana al campo a través de la información y comprobación de los resultados que la era tecnológica ofrece a los productores de los cultivos, con pocas oportunidades de tener acceso. Así mismo ayudar al cuidado y conservación de los recursos forestales que el país tiene.
“Cada vez que en Agrodrone trabajamos con pequeños productores de hortalizas hemos comprobado que la metodología que usamos eficientiza, aumenta la velocidad y da precisión a los procesos del campo, de tal manera que se refleja en la calidad de los productos que inclusive ha comenzado a exportar. Así mismo les brinda mayores ahorros y beneficios para la preservación del ambiente”, finaliza Cristhian.