Oaxaca.-Para despedir al investigador, musicólogo y maestro Karl Bellinghausen, quien falleció el pasado miércoles 17 de mayo, a los 62 años de edad, familiares y amigos se congregaron en el Panteón Francés de la Ciudad de México.
A través de su cuenta de Twitter, la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, expresó: “Descanse en paz el Mtro. Karl Bellinghausen, quien tanto dio a la música de México como intérprete, docente e investigador. Gracias por todo”.
Durante el velorio, la funcionaria afirmó que con la muerte de Bellinghausen “perdemos primero a un ser humano entrañable, por otro lado un gran investigador, gracias a él conocemos buena parte de la música mexicana del siglo XIX y parte del XVIII”.
La titular del INBA informó que realizarán un homenaje póstumo al destacado musicólogo mexicano en el Conservatorio Nacional de Música (CNM), que se prevé será en el mes de junio. “Propusimos a su familia hacerle un homenaje en un lugar para él muy entrañable, así que vamos a unir esfuerzos tanto el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical
Carlos Chávez (Cenidim) y el CNM; la idea es esa, rendirle homenaje”.
El compositor Arturo Márquez señaló que el deceso de Bellinghausen es una verdadera tragedia, una pérdida para la música y el estudio de la música en México.
Añadió que sin ese amor por el estudio, por el indagar en las bibliotecas, sobre todo en la del CNM, hay tantas cosas que no conociéramos, cantidad de compositores y obras que fueron redescubiertos por Bellinghausen, como la música de Melesio Morales o la de Tomás León.
En su oportunidad, el flautista Horacio Franco indicó Bellinghausen es un icono en la musicología y en el medio de la investigación musical de nuestro país. “Era una persona apasionada con un sentido crítico espectacular, con un idealismo casi romántico.
“Tenía una simbiosis entre la cultura que heredó, la cultura de su ancestral Alemania y lo vibrante de la cultura mexicana, y eso lo hacía una persona con muchas iniciativas, con muchos sueños y con mucho sentido de cambiar su entorno”.
Yael Bitrán, directora del Cenidim, señaló que Bellinghausen dio su vida al Conservatorio y al Cenidim, colaboró por igual con las dos instituciones, además de que fue gran compañero, muy solidario, bondadoso, siempre dispuesto a compartir su conocimiento con quien lo deseara.
Marcó a muchas generaciones de jóvenes y colegas. Tenía una memoria prodigiosa, toda la historia de la música en su cabeza, daba las clases de memoria, ya lo tenía todo adentro, comentó.
José Antonio Robles Cahero, investigador del Cenidim y ex director del mismo Centro, indicó que Karl Bellinghausen fue funcionario ejemplar en el INBA, alumno, maestro y director del CNM. “Muy poca gente tiene el privilegio de ser las tres cosas”.
Y agregó: En el INBA le debemos mucho a él, a toda su labor de investigador de la música virreinal, de la música del siglo XIX, de muchos compositores que él ayudó a descubrir y que promovió.