Oaxaca.- Aun cuando 47 millones de personas en el mundo viven con hambre, un tercio de todos los alimentos que se producen termina en la basura, de acuerdo con la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios (AATA). En tanto, en México se pierde o se desperdicia accidental o intencionalmente 37% de los alimentos que se producen, lo que equivale a 10,431 millones de toneladas al año, 82 toneladas por habitante. La asociación refiere que 6% de las pérdidas mundiales de alimentos se dan en América Latina y el Caribe, en donde se desperdicia 15% de los alimentos, y de los 47 millones de habitantes de esta región que viven con hambre, 30 millones se podrían alimentar con los alimentos que se pierden. En un comunicado, la presidenta de la AATA, Susana Socolovsky, menciona que América Latina es la región que en proporción presenta las menores pérdidas y desperdicios en el mundo, que en promedio rondan el 15% de los alimentos disponibles. Precisa que estas pérdidas y desperdicios se producen mayormente en las etapas de consumo, con 28%; producción con 28%; manejo y almacenamiento con 22%, y en menor medida en el comercio y la distribución con 17%, y durante el procesamiento con 6%. La doctora en Ciencias Químicas de la Universidad de Buenos Aires expone que ante tal situación, lo que pueden hacer los consumidores es verificar en la etiqueta de los productos cuál es la fecha de vencimiento para consumirlos en tiempo y forma, y no tener que tirarlos. Además se deben almacenar de manera adecuada los alimentos, planificar el menú semanal con anticipación para comprar de forma inteligente, respetar la cadena de frío si se compran productos congelados y guardar las sobras de alimentos en el congelador inmediatamente. La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), a través de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, busca en su Objetivo 4 minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante el almacenamiento y transporte, así como en los comercios. Como parte de las acciones que la dependencia lleva a cabo, está la conformación del Grupo Técnico de Pérdidas y Mermas de Alimentos, con representantes de 16 secretarías de Estado, de los Bancos de Alimentos de México y de la FAO. También ha puesto en marcha el proyecto “Creación de Cadenas Productivas en las Costas de México” para disminuir el desperdicio de pescados y mariscos, y buscar mayor presupuesto para el fondo sectorial Sedesol-Conacyt, donde científicos mexicanos aportarán soluciones técnicas y prácticas a la pérdida de alimentos. Otra acción ha sido el trabajo coordinado de la Asociación de Bancos de Alimentos de México y Diconsa para distribuir alimentos recuperados a las zonas más pobres del país.