Fortino Torrentera O. Oaxaca.- Por muy controvertida que pueda ser la vida de un artista, su propuesta creativa no puede soslayarse, es lo que pasa en “Naufragios” de Cesar Chávez y que fue abierta la noche de este viernes en Laberinto Café. Entre el comic, una propuesta estética y una realidad delirante, sobre esta muestra, la pintora oaxaqueña, Ivonne Kennedy, dedica un texto de sala que bien vale la pena reproducir: “Neptuno es el gigante gaseoso más lejano del Sistema Solar, marcado por las tormentas en su superficie y el cabalgante gobernador de todas las aguas en la mitología griega. Este es el hijo de Saturno, el transformador de todas las cosas a través de su dominio primordial: el tiempo, dimensión en la que labran y dibujan las manos de Cesar Chávez, aquello que quedará como constancia de un transitar consciente y creativo. Mientras arriba, el fin de la tormenta metafórica donde crear es la balsa en la que se llega a la orilla. Entre los griegos y los romanos era habitual representar en un cuadro la escena del naufragio del que se habían salvado. Solían colgarse el cuadro al cuello y explicaban lo que aquella imagen representaba por medio de canciones que contaban su trágica aventura. Por lo común, todo aquel que se había salvado de un naufragio, al llegar a tierra firme, se hacía cortar el cabello; otros, en el acto mismo del naufragio lo sacrificaban al mar. Aquí los cabellos flotan disueltos en las grandes aguas. “Los pelones” de Chávez, navegan con sus cabezas rapadas, de las que a veces brotan emblemas, suelos, deseos y picardías; van sobrios y azorados en sus balsas más adentro, esperando que Neptuno se conmueva y les lleve pronto a aguas serenas. Y si en el pasado romano solían colgar sus vestidos húmedos del naufragio en algún lugar sagrado a este Dios de los mares y ofrendaban un cuadro representativo a manera de exvoto, en nuestro tiempo y latitud viene esta muestra creativa, la cual cuenta de los naufragios a través de más de 50 imágenes que, como tales exvotos, son la melodía de una trágica aventura, contando historias visuales pobladas de diversos y peculiares símbolos, personajes y situaciones, cuyo creador nos hace llegar dentro de su precioso contenedor al Laberinto. Y como un dato histórico más, los romanos legislaron con gran espíritu de justicia el latrocinio de quienes saqueaban, mataban u hostigaban a los náufragos, exaltando con esta ley su inusitada visión espiritual”. Laberinto Café se ubica en la calle de Porfirio Días N0. 310 en el centro histórico de esta ciudad, donde además de la obra que recién se inauguró, se pueden ver la propuesta de otros artistas, entre ellos, de Ivonne Kennedy.