Oaxaca.-La violencia extrema desatada por “la guerra contra el narcotráfico” en Tamaulipas, invisibiliza el otro grave problema que padece esta entidad: los homicidios de mujeres y la desprotección riesgosa en la que el Estado mexicano las ha dejado en los últimos años, coinciden defensoras de Derechos Humanos.
Aseguran que la guerra que se libra contra las bandas delincuenciales en esta entidad, opacan la gravedad y la atención directa que las autoridades están obligadas a dar para prevenir, investigar y castigar estos asesinatos.
Cifras del Sistema Nacional de Información de Salud (Sinais) revelan que del 2012 al 2015 fueron asesinadas 472 mujeres en Tamaulipas. El año más crítico fue el 2012 con el registro de 178 homicidios de mujeres en los diferentes municipios del estado.
La tasa de homicidios de mujeres en México en el 2012 fue de 4.6 muertes por cada 100 mil habitantes, pero Tamaulipas, al registrar un 9.9, superó por mucho a la media del país junto con Chihuahua (14.8) y Guerrero (13.2).
Datos del Sinais arrojan que en el 2013 disminuyó a 92 el número de asesinatos de mujeres en Tamaulipas; en el 2014 se registraron 128 y en el 2015 se cometieron 74.
Infografía realizada por Jovana Espinosa Orta, Brenda Sánchez Núñez y Priscila Hernández Flores
Con estas cifras, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) ubica a Tamaulipas como la novena entidad con mayor número de homicidios de mujeres, por lo que llamó a la Procuraduría de Justicia del Estado a investigar y castigar los asesinatos de mujeres como feminicidio.
La Coordinadora General del Centro de Investigación, Capacitación y Atención para el Desarrollo Social, A.C. (Cicades) Cynthia Karina Bitar Tessan, lamentó que muchas veces la autoridad, en automático y sin investigar, da por hecho que las mujeres asesinadas estaban relacionadas con la delincuencia organizada, lo que no siempre es así.
“Hay datos que revelan que de los homicidios de mujeres registrados en la región sur de Tamaulipas del 2016 a la fecha, 90 por ciento fueron cometidos por sus esposos, novios o ex parejas”, sostuvo.
La también Coordinadora del Observatorio de Violencia de Género en la Zona Metropolitana refirió que de los crímenes de mujeres que tienen documentados en los municipios de Tampico, Madero y Altamira en los últimos dos años, al menos 18 deben ser considerados, investigados y castigados como feminicidio.
De acuerdo a las cifras del Sinais, 40 por ciento de los crímenes de mujeres que se cometieron entre el 2012 y 2015 en Tamaulipas fueron perpetrados en el hogar y un 50 por ciento en la vía pública. También se detectó que 3 por ciento de las víctimas sufrió violencia familiar previa.
En ese contexto, la Coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) María de la Luz Estrada Mendoza, lamentó que en Tamaulipas no existan condiciones de seguridad para que las organizaciones defensoras de Derechos Humanos y medios de comunicación documenten los casos de feminicidio.
“La situación de riesgo para documentarlos y la mala legislación del feminicidio en el Código Penal del estado deja a las mujeres de Tamaulipas en total indefensión, porque no se acredita ni se sanciona el delito”, consideró la Coordinadora del OCNF.
El delito de feminicidio quedó tipificado en el Código Penal de Tamaulipas desde el 2011 pero de manera muy ambigua, en términos que para que los operadores de justicia hacían prácticamente imposible acreditar este delito.
Fue hasta mayo del 2016 cuando el congreso local reformó la redacción de las características del feminicidio en el Código Penal, para que este delito no se pierda en el concepto general de homicidio. La legislatura también homologó el Código Penal de la entidad con el federal y estableció una pena de 40 a 50 años de prisión a quien cometa el delito de feminicidio en Tamaulipas.
Para asegurar justicia en los crímenes por razón de género, el congreso local también estableció sanciones para todo aquel servidor público que retarde o entorpezca maliciosamente o por negligencia la procuración o administración de justicia; incluyen prisión de tres a ocho años y de 500 a mil 500 días de multa, así como su destitución e inhabilitación de tres a 10 años para ejercer en el ámbito público.
A pesar de ello, los homicidios de mujeres no se investigan ni castigan con perspectiva de género.
En una reciente visita a Tamaulipas, el Coordinador Jurídico del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), Pablo Navarrete, recomendó al Procurador de Tamaulipas Irving Barrios Mojica que deje de temer al “efecto estadístico”, que investiguen y castiguen los asesinatos de mujeres como feminicidio.
Al asistir a la primera sesión del Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Tamaulipas (SIPASE), el funcionario del Inmujeres lamentó que la mayoría de los 180 homicidios de mujeres que se registran mensualmente en el país no son investigados ni sentenciados como feminicidio por las procuradurías estatales, porque temen reflejar un incremento de este delito en sus estadísticas.
Recordó el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por el caso Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio en el Estado de México, que obliga a las Procuradurías de Justicia de los estados a que todas las muertes violentas de mujeres se investiguen y procesen como feminicidio y que sea la investigación la que confirme o deseche si lo es o no. Insistió que para clasificar el feminicidio el problema ya no es jurídico, sino de interpretación y aplicación de las leyes que hagan las agencias del Ministerio Público y juzgadores.
Una ex funcionaria de la Procuraduría de Justicia del estado consultada por Cimacnoticias consideró que la mayoría de los crímenes de mujeres, son clasificados como homicidios por ignorancia, desconocimiento y falta de capacitación de policías y agentes del ministerio, debido a que no cuentan con un protocolo para investigar el feminicidio con una perspectiva de género.
Más Datos
Cifras del Sistema Nacional de Información de Salud revelan que de las mujeres asesinadas en Tamaulipas, 35 por ciento tenían entre 26 y 40 años de edad; 25 por ciento tenían 18 a 25 años, y 23 por ciento entre 41y 64 años de edad. Las adolescentes, adultas mayores y niñas, también fueron víctimas de homicidio: 9 por ciento tenían entre 12 y 17 años de edad; 6 por ciento 65 años o más y 2 por ciento de 0 a 11 años de edad.
Infografía realizada por Jovana Espinosa Orta, Brenda Sánchez Núñez y Priscila Hernández Flores
De las mujeres que fueron asesinadas en el hogar, 27.3 por ciento eran solteras, en el mismo porcentaje eran casadas; 24.7 por ciento vivían en unión libre; 10.4 por ciento eran viudas: 5.2 por ciento eran divorciadas. De los homicidios femeninos registrados en la vía pública, 44.4 por ciento eran solteras; 23.1 por ciento eran casadas; 20.4 por ciento vivían en unión libre y 5.6 por ciento eran divorciadas.
De las mujeres que fueron asesinadas en su hogar, 5.3 por ciento de tenía una carrera profesional; 4.2 por ciento tenían bachillerato terminado; 8.5 por ciento habían terminado estudios de secundaria; 9.5 por ciento concluyeron la primaria. Sólo 1.1 por ciento no tenía escolaridad; 19 por ciento no tenía un trabajo formal; 11.1 por ciento laboraba en servicios personales y vigilancia; 3.2 por ciento eran comerciantes; 0.5 por ciento eran funcionarias, directoras o jefas y 1.6 por ciento eran profesionistas o técnicas.
Infografía realizada por Jovana Espinosa Orta, Brenda Sánchez Núñez y Priscila Hernández Flores
* Reportaje colaborativo coordinado y elaborado por periodistas de la Red Nacional de Periodistas de Chiapas, Jalisco, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas y Tlaxcala con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.