Ayer, esa voz que se atrapa en los poemarios En una noche verde (1962),  Otra vida (1973) y el poema épico Omeros  (1990) —considerado lo mejor de su corpus literario—  y obras de teatro como Sueño en la montaña del mono (1970) se apagó con el fallecimiento del poeta a los 87 años, a causa de  una enfermedad prolongada en su residencia de Santa Lucía. Su periplo de vida lo llevó de su natal isla Castries en Santa Lucía  a Trinidad y Tobago – donde fundo el Taller Trinitario de Teatro y produciría sus primeras obras-  y EU, donde se instaló en 1981 con un puesto en la Universidad de Harvard. Luego pasó, en 1984, a la de Boston como profesor de Arte Dramático y Literatura Universal y finalmente regresar a Santa Lucía. En el año de 1992 fu galardonado con el Premio Nobel de Literatura y la Academia Sueca dijo que su poesía es “una majestuosa epopeya caribeña”. En una entrevista que concedió a la BBC de Londres ese año, Walcott dijo que comenzó a escribir desde que tuvo uso de razón y recordó a su madre, recitando a William  Shakespeare en su hogar. Su padre, que murió mientras él todavía era un niño, también escribía. “Escuché ese tipo de sonido en casa desde que era muy joven. Siempre supe que eso era lo que quería hacer: escribir, poesía concretamente”. De su padre, dijo que fue un acuarelista bohemio y murió cuando Derek y su hermano gemelo, Roderick, tenían solo unos pocos años y su madre dirigía la escuela metodista de la ciudad. POETA Y DRAMATURGO Derek Walcott  está considerado por la crítica como una de los principales poetas de habla inglesa. Su obra, integrada por poesía y piezas teatrales, está muy marcada por su procedencia caribeña y por el mestizaje de culturas y razas que se da en su familia. El poeta supremo de El Caribe, así llamó Los Angeles Times al escritor y también dramaturgo, quien es autor de 15 libros de poesía y cerca de 30 obras de teatro. Su literatura, en su parte central está dedicada a narrar la cultura de El Caribe, que incluye en su historia esclavitud y colonización, también su obra es un registro autobiográfico. “El Caribe tiene detrás una tradición muy trágica. El genocidio de los indios… Pero de ahí surgieron también muchas lenguas, dialectos, razas, músicas, religiones. Un brebaje muy fuerte y rico”, señaló el autor del poemario El testamento de Arkansas. En vida fue amigo de poetas como Joseph Brodsky y Seamus Heaney. “Es el gran poeta vivo de la lengua inglesa”, dijo Brodsky. “No hay en la poesía inglesa nadie que use la rima mejor que Walcott”, agregó. La Sociedad de Poesía en Londres describió la muerte de Derek Walcott como una “terrible noticia” y el escritor nicaragüense Sergio Ramírez lamentó la muerte del premio Nobel de Literatura de 1992. “Despedimos a Derek Walkott, nuestro Homero del Mar Caribe, premio Nobel de Literatura, quien ha muerto en su isla de Santa Lucía”, publicó Ramírez, el escritor más reconocido de Nicaragua, en su cuenta de Twitter. PERIPLO. Tras estudiar en el St. Mary’s College en su isla natal y en la Universidad de West Indies en Jamaica, Walcott se trasladó en 1953 a Trinidad, donde trabajó como crítico de teatro y arte. A los 18 años, hizo su debut con 25 poemas, pero su descubrimiento vino con la colección de poemas, En una noche verde (1962), escritos entre 1948 y 1960. En 1953 se trasladó a Trinidad, donde trabajó en el teatro, impartió clases y ejerció la crítica de arte hasta que obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller para estudiar en Nueva York mientras que seis años después, a su regreso a Trinidad, fundó su propio grupo de teatro, el Trinidad Theatre Workship, en el que tuvo la oportunidad de representar sus primeras obras teatrales. Después de ejercer como profesor en distintas universidades de El Caribe, a principios de la década de los 80 fijó su residencia en Estados Unidos y en 1984 comenzó a enseñar Arte Dramático y Literatura en la Universidad de Boston. El 8 de octubre de 1992, la Academia sueca de las Letras acordó concederle el Premio Nobel de Literatura, dotado con 6,5 millones de coronas suecas (1.2 millones de dólares). Parte de este dinero lo dedicó a la creación de un centro artístico en Rat Island, cercano a su natal Santa Lucía. Un día después de recibir el Nobel, el 11 de diciembre de 1992, la Unesco anunció su nombramiento como miembro de la Comisión Mundial de la Cultura y el Desarrollo, presidida por Pérez de Cuellar y formada por una docena de personalidades. Libros recomendados ● En una noche verde (1962) ● Otra vida (1973) ● Uvas de mar (1976) ● El viajero afortunado (1981) ● El testamento de Arkansas (1987) ● Omeros  (1990)