Oaxaca.-A tres días de la muerte del artista mexicano José Luis Cuevas, el museo que lleva su nombre, en su 25 aniversario, se convirtió no en un nido de lamentos, sino en un espacio propicio para la celebración de su vida y en un reencuentro con su obra, su colección y sus amigos y familiares.
El jueves 6 de julio por la noche fue inaugurada en este recinto ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México la exposición
José Luis Cuevas y su colección, a 25 años, formada por más de un centenar de obras del propio artista y de creadores afines a sus estéticas, principalmente autores latinoamericanos de la segunda mitad del siglo XX.
Al acto asistieron la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho; el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín; el coordinador general de la Autoridad del Centro Histórico, Jesús González Schmal; la coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA, Magdalena Zavala, y la coordinadora de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la capital, Gabriela López Torres.
Con la representación de la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, la titular del INBA dio la bienvenida al público asistente, así como a Ximena, María José y Mariana Cuevas Riestra, hijas del pintor mexicano fallecido el pasado 3 de julio.
“José Luis Cuevas se propuso, y en gran medida lo logró, desacralizar la cultura. El
enfant terrible de los años sesenta y setenta, junto con un notable grupo de artistas jóvenes como él, dio nuevos rumbos a nuestra plástica mexicana”, dijo Lidia Camacho.
“Ruptura o apertura, como quiera que se le llame, la década de los sesenta sería inexplicable sin la presencia de estos jóvenes que supieron leer los signos de su tiempo y enfrentarse a lo establecido; iconoclastas, seguros de sí mismos, propositivos, se hicieron oír o, mejor dicho, ver. Las puertas grandes se abrieron para ellos y no tardaron en contar con las suyas propias. El Museo José Luis Cuevas es una prueba de ello.
“Abrigo sentimientos encontrados”, agregó. Por un lado, “la gran tristeza de que ya no está entre nosotros en presencia física el maestro Cuevas. Extraño su espíritu libre, intenso y audaz, pero sobre todo su valentía al defender sus posiciones estéticas y vitales, su abierta sonrisa siempre a la vida”.
Por otro, “la alegría de que su espíritu libre, intenso y audaz, y su propuesta estética, permanecerán vivos en su fecundo legado, como este singular recinto que cumple su primer cuarto de siglo de vida y que da fe de dos facetas del maestro: como coleccionista y como creador”.
La titular del INBA, frente a un numeroso público y medios de comunicación, consideró que el 25 aniversario del recinto es el momento propicio para que los colaboradores y amigos del artista visual se den a la tarea de revisar su acervo y reflexionar acerca de su trayectoria y su porvenir. Sin duda, añadió, sabrán sacar de ello el mayor provecho para la institución y para los visitantes que en ella, a la vez que se deleitan, consolidan su conocimiento estético.
Resaltó que la exposición conmemorativa de los 25 años del Museo José Luis Cuevas ofrece, además de un reencuentro con las etapas más significativas de la carrera del maestro, una antología de la plástica realizada en América Latina a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
“Son piezas que reunió hasta lograr conformar una colección que se necesitaba resguardar y difundir como lo que es: un testimonio de la creación de nuestro continente”, subrayó. Asimismo, agradeció el trabajo realizado por los administradores y colaboradores del recinto, y pidió un aplauso para Cuevas “dondequiera que ustedes crean que esté”.
En su oportunidad, Eduardo Vázquez Martín externó: “Hace pocas horas estábamos reunidos alrededor de un lecho luctuoso. Este día estamos celebrando la vida de José Luis Cuevas. El luto tiene un tiempo. La celebración de la vida y la memoria de un hombre como Cuevas dura para siempre, de manera que tenemos una responsabilidad entre todos: la de resguardar, proteger y difundir su obra, y hacerla un bien común.
“José Luis Cuevas donó al pueblo de México 1860 piezas para hacer este museo. Este es su patrimonio fundamental, además de esta casa,
la cueva de Cuevas, que está llamada a ser uno de los principales espacios culturales de nuestra ciudad y quizá a ser el museo de la Ruptura”.
Previo a la inauguración de la muestra, el curador de la misma, Javier Vázquez Juárez, y Magdalena Zavala guiaron un recorrido por ella. Ambos especialistas destacaron que el objetivo de la exhibición es hacer un homenaje a Cuevas y resaltar los diferentes procesos por los que el artista atravesó a lo largo de su trayectoria.
Por otro lado, las obras de artistas latinoamericanos mantienen correspondencias formales en cuanto a estilos y técnicas. Entre los autores de las piezas se encuentran Roberto Matta, Fernando de Szyszlo, Luis Alberto Wells, Gustavo Zalamea, Alejandro Aróstegui, Omar Rayo, Jorge Camacho, Arnaldo Coen, Vicente Rojo, Gabriel Macotela, Raymundo Sesma, Enrique Guzmán, Fernando García Ponce y Rafael Cauduro.