Fortino Torrentera O. Oaxaca.- En los últimos años, con el entendimiento que todos tenemos derechos a ejercer nuestra sexualidad en forma responsable y sin afectar a terceros, nuevas prácticas a nivel mundial se desarrollan de manera clandestina ante la discriminación y en muchas ocasiones, el acoso. Así lo consideraron Lupita y Juan, pareja oaxaqueña que realiza intercambios, quienes comentaron que sus prácticas las deben realizar en secreto debido a que una buena parte de la sociedad mantiene no sólo la discriminación, sino la persecución y linchamiento social, sin permitir ejercer las libertades sexuales individuales. Esta pareja con quien dialogamos en un café que se encuentra dentro del movimiento llamado swinger -Parejas estables no monógamas que buscan tener relaciones sexuales con otras parejas como actividad recreativa- dijo que esta práctica ha crecido enormemente, pero no es visible por ser clandestina. “Aunque somos muchos, seguimos siendo una minoría, una minoría que nos hemos vuelto familia, pues nos cuidamos entre nosotros. La mayoría de nosotros tenemos hijos, hermanos y padres, que respaldan esta definición según su nivel educativo y su apertura al respeto de las preferencias y gustos sexuales”, comentó Lupita. “El hecho de ser un minoría oculta socialmente –aseguró-, nos ha marginado del apoyo de grupos de la diversidad y más aún de las instituciones, por ello existen reglas de seguridad que incluye el uso del preservativo y el no involucramiento de sentimientos”. Las prácticas sexuales abiertas incluyen prácticas voluntarias, que en términos de la educación sexual podrían situarse socialmente como filias, pero que obedecen a los gustos y realización personal, de pareja o de grupo, tales como el sadomasoquismo, cuckold, fetichismo o el bukake, por mencionar algunas, coincidió esta pareja. Después del boom que causó la cinta “Cincuenta Sombras de Grey” las prácticas sexuales alternativas se han vuelto un poco más una corriente (mainstream) que despuntó en la década de los 60 durante la revolución sexual. La comunidad de personas que practican este tipo de relaciones se refiere a sí misma como “el estilo de vida alterno”, y se utilizan diferentes métodos para conseguir otras parejas para hacer el intercambio y aunque placenteras, estas prácticas pueden ser riesgosas para la salud, no así en la relación debido a que los practicantes viven una complicidad que se afianza con el tiempo. Un estudio publicó que en Estados Unidos el 37% de los hombres y el 29% de las mujeres admitieron haber tenido al menos una relación extramarital, mientras que en ese país el porcentaje de divorcios asciende a 60%. En México, se considera que al menos hay activamente unas 20 mil parejas dentro de esta práctica y en Oaxaca se calculan unas 200 parejas de distintos ámbitos sociales, educativos, religiosos y de género. Ian Kerner, especialista en terapia sexual, considera que no es tanto el sexo con otras personas, sino el compartir ese “secreto” lo que las parejas disfrutan, pero sea cual fuera la razón por la que algunas personas deciden experimentar de esta forma, se debe hacer siempre con respeto, consentimiento y absoluta confianza de la pareja. Estos grupos tomaron como fecha para el festejo de su práctica, el 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, por lo que muchas parejas, hombres y mujeres solas que se encuentran dentro de este movimiento realizan reuniones y encuentros clandestinas para mantener este estilo de vida alterno que como el resto de las preferencias y orientaciones deben ser motivo de respeto a sus derechos con acceso a la seguridad y a la salud.