Ciudadania Express
Viernes 16 de junio, 2017. 03:00 pm

Los cines clubes independientes en Oaxaca y el acceso popular al séptimo arte

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Fortino Torrentera O. Oaxaca.- El gusto y vinculación con el arte dentro de una sociedad, se debe al acceso y a la frecuencia de uso que la población le dé. No se puede pensar en estimular la producción, si no se conoce el producto; este es el caso de Oaxaca, donde hoy en día los cines clubes constituyen el más importante punto de iniciación y formación de públicos. Actualmente en esta capital oaxaqueña como en comunidades han surgido los cine clubes con el fin de acercar el buen cine a la población, la que en su mayoría, lamentablemente entiende a este arte como un espacio de entretenimiento, más que de reflexión. Con el paso del tiempo, las “funciones” de cine se formalizaron en “ciclos”, los cuales no sólo comprometen el esfuerzo de los organizadores, sino que permite a los gustosos del cine mantener un vínculo con el tema, el director o cintas que se programan. Todos los cine clubes independientes en Oaxaca están integrados por ciudadanos que sostienen esta actividad de su peculio, sin apoyo institucional, sólo con los mínimos donativos que los espectadores aportan en cada función, llevando el otro rostro de este arte a sectores que se sorprenden al ver una forma distinta, creativa o pensante de ver el cine. Las proyecciones Como lo han documentado investigadores de la UNAM, a Oaxaca llegó el cine mudo y fue de las primeras ciudades en contar con proyecciones que pronto fueron apropiadas por las clases pudientes de la época, incluso cuando se exhibía en el Teatro Macedonio Alcalá, solo podían ver cine las clases altas. Desde la década de los cincuenta y por más de 15 años, algunos promotores naturales en comunidades, como el caso del profesor Maurilio Velasco en Talea de Castro, armaron patios de cine donde proyectaban películas del circuito y producción comercial de la época –aunque las cintas que alquilaban en la Ciudad de México habían salido dos o tres años antes-. Las primeras proyecciones de cine independiente en Oaxaca iniciaron desde inicios de los 60 en espacios como “La Casa del Estudiante” y de funciones que armaba en algunas poblaciones cercanas el maestro de teatro y cocinero, Pancho “Cocinas” donde se empezaba a ver cine de arte. También en las colonias y escuelas de la ciudad, a mediados de los 70´s, una empresa de refrescos proyectaba películas de producción nacional, en especial cintas de “El Santo”, “Chanoc” o websters rancheros (mexicanos). En contraparte, esporádicamente se iban exhibiendo cintas de culto en la Casa de la Cultura Oaxaqueña, en la Biblioteca Pública y llegados los 90, surge el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) que ante el interés del público, su fundador, Francisco Toledo decide abrir el Cine Club El Pochote. Toda una nueva generación se alfabetizó por más de 10 años en El Pochote, donde por primera vez se pudieron ver en Oaxaca películas históricas, emblemáticas o interesantes en distintos ciclos, como uno de cine mudo mexicano en la pornografía. Nuevo Puntal Tras la aparición de El Pochote, se replicó esta iniciativa en diversos espacios institucionales y privados, formándose los primeros ciclos en nuevos entes culturales que surgieron como lo es la Biblioteca Henestrosa, la Biblioteca Infantil, el Centro Cultural San Pablo, por mencionar a algunos; siendo en éste último donde se implementó el “Cine petate”, donde los espectadores cómodamente ven la proyección recostados en un petate. Indudablemente que el acceso a lo más reciente de la producción se abre en Oaxaca con la llegada, primero del Festival Ambulante, tres años después el Oaxaca Film Fest, los cuales en sus primeros años atrajeron la atención del público local y con el tiempo han creado sus propios públicos. La integración de OaxacaCine como una asociación, ha permitido profesionalizar la programación mediante enlaces internacionales, una mejor y más fina selección, así como la diversidad de temas que distingue a este arte. De manera callada y constante, durante todos estos años, ha existido y muerto varios cine clubes; no obstante, hoy constituyen un nuevo puntal en la promoción del séptimo arte en Oaxaca; gracias al amor y entrega que a este tienen los coordinadores de esos espacios independientes de exhibición. Uno de estos proyectos que ha ido adaptándose a las condiciones, es el Ateneo Cine, que inició en una sede y con el tiempo empezó a programar sus ciclos en diferentes espacios; hoy ofrece funciones en la Sala Godart que se encuentra en M. Bravo 518-A. También ofrece proyecciones en lo que llama “Cantina Film Fest del Ateneo”, en donde se programan interesantes producciones en la Cantina Garibaldi que se localiza en Rayón 302 de esta ciudad. Recientemente, surgió Cine Cuervo que proyecta cintas y las combina con otras actividades afines, como “A la salud de Charles Bukowsky” que se realizó el sábado pasado con la proyección de “´Nacidos en esto´, documental definitivo sobre el viejo indecente”. Un rol importante en esta iniciativa cinematográfica, juegan los cine clubes comunitarios, como el caso de la sala Cine Too en Guelatao, que al igual que dos más en la Sierra, tres en la Mixteca, dos en el Istmo y dos en la Costa, forman una red, que aunque aislada, representa la esperanza para la promoción del cine en Oaxaca.
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