Fortino Torrentera O. Oaxaca.- Los nuevos paradigmas educativos están partiendo más de las necesidades y expectativas de los alumnos que de las deducciones pedagógicas, por ello, este 23 de mayo en que se celebra el Día del Estudiante es un momento para conocer los nuevos rostros del estudiantado en países desarrollados. Esta conmemoración anual que se conmemora en varios países; aunque la efeméride exacta que se observa diferente en cada país, esta celebración suele estar relacionada con la juventud y la primavera. En el nuevo perfil de los estudiantes, hay un elemento crucial que son las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) vistas como facilitadoras de los procesos de administración y gestión; como contenido de estudio, que permita a los estudiantes enfrentarse a los nuevos retos de la sociedad, a través de una adecuada alfabetización digital; y, sobretodo, como facilitadoras de nuevos modelos y estrategias de formación. Por ello, en países desarrollados, la Educación Superior ha propiciado un nuevo marco, centrado en el estudiante y en su aprendizaje lo largo de la vida, que ofrece nuevas oportunidades formativas. Para ello, resulta necesario que la universidad replantee su modelo educativo, impulsando y estimulando la educación activa del estudiante, a través de su planificación docente e institucional. Para ello en necesario revisar algunos ejemplos de modelos educativos centrados en el estudiante, desde la perspectiva de la institución, el profesorado y el estudiante, empleando recursos actuales como la innovación educativa, competencia digital, web 2.0,entornos 3D, PLE, entre otras. El nuevo modelo educativo en esos países, supone pasar de un modelo basado en la acumulación de conocimientos a otro basado en una actitud permanente y activa para el aprendizaje, donde el alumno es el agente activo del proceso de aprendizaje, y no sólo en un determinado momento, sino de forma permanente y continua a lo largo de toda su vida (Mora, 2005). Para conseguir de manera eficiente estos objetivos la universidad deberá plantearse su misión, y diseñar y desarrollar su propio proyecto educativo. Un proyecto que debe tener en cuenta tres cosas de manera específica: Que el estudiante es el centro de todo el proceso formativo; que una metodología docente activa favorece la formación de personas y profesionales más versátiles y empleables; y que se aprende de manera permanente y es necesario hacer un seguimiento de este proceso, también de manera permanente. Francesc M. Esteve Mon y Mercè Gisbert Cervera de la Universitat Rovira i Virgili de España, considera que la evaluación será clave para poder evidenciar que se han cumplido los objetivos formativos propuestos. Plantean que la Educación Superior brinda nuevas oportunidades no sólo para una reforma «administrativa» de las universidades, sino para un importante cambio educativo, centrado en el estudiante y en su proceso formativo. Todo ello, debe formar parte del modelo educativo de la universidad, siendo necesario replantear la planificación docente e institucional. En este nuevo escenario, las TIC juegan un importante papel. Por un lado, facilitando los procesos de gestión, pero sobre todo, siendo facilitadoras de nuevos modelos y estrategias de formación.