Oaxaca.-Sones, boleros, polcas, danzones, vals y chilenas de compositores oaxaqueños, a cargo de la Banda Filarmónica del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), se escucharon ayer la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Cautivó a los presentes el virtuosismo de niños y jóvenes integrantes de dicha agrupación musical, provenientes de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, quienes para celebrar su 40 aniversario ofrecieron el concierto Sones de tierra y nube, acompañados por la cantante Susana Harp, el tenor Fernando de la Mora, el pianista Héctor Infanzón, así como los flautistas Horacio Franco y Concepción Hernández. El concierto fue ovacionado por el público dentro de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes y en el corredor Ángela Peralta, donde también se pudo ver en la pantalla gigante de alta definición. La cantante Susana Harp, directora de la Asociación Cultural Xquenda A.C., que apoya al ensamble, agradeció a la Secretaría de Cultura federal y al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) por haber hecho posible la presentación. Igualmente agradeció al Gobierno del Estado de Oaxaca, que a través de la Secretaría de las Culturas y Artes facilitó  que la Banda Filarmónica pudiera estar en el palacio de mármol.  En su oportunidad Alejandro Murat, gobernador de la entidad reiteró su compromiso con la agrupación musical. Además, Susana Harp agradeció a la Fundación Alfredo Harp Helú que siempre ha colaborado con estos proyectos comunitarios y reconoció el apoyo de sus compañeros artistas para la realización de este concierto. Destacó también la labor del fundador del Cecam Mauro Delgado, así como la de  los directores Silvestre Vásquez y Leovigildo Martínez. Agregó: “Agradezco  a los danzantes que siempre nos embriagan con estos sueños maravillosos, con estas bebidas de dioses y que siempre están presentes”. Fernando de la Mora resaltó que es gracias a Susana Harp que se originan todos esos conciertos “a favor de esta maravilla que es el Cecam. Dios bendiga esa maravillosa tierra de Oaxaca, ¡Viva Oaxaca! ¡Viva México!”,  vitoreó el tenor. El pianista Héctor Infanzón expresó que fue un enorme placer formar parte de la celebración. “He aprendido mucho de este proyecto, de cómo se forman extraordinarios músicos en esta comunidad. Mi ofrenda al Cecam, por lo que he aprendido durante 13 años con ellos, es una pieza que he escrito con mucho cariño para ellos, se llama Tequio”. El flautista Horacio Franco aseguró que es una esperanza  tener un país mejor y que niños como los del Cecam —“maravillosos,  joyas, tesoros nacionales”—  hacen que eso sea posible. Estos niños músicos, los artistas, nos hacen tener la esperanza de llegar a ser un país de primer mundo, dijo. Los niños y jóvenes de la banda demostraron por qué algunos de los egresados ocupan primeros lugares en orquestas nacionales y de Estados Unidos. Ellos lucieron con orgullo el traje tradicional de Tlahuitoltepec y compartieron la música de compositores como Macedonio Alcalá, Álvaro Carrillo, José López Alavés y Máximo Solís, refrendando la declaración que hiciera la directora general del INBA, Lidia Camacho, en días pasados al anunciar el evento: “Este concierto reúne tanto talento, que mostrará que el arte es uno de los caminos para llegar a la verdadera convivencia humana”. Por último Susana Harp  dijo: “Mil gracias al Palacio de Bellas Artes que nos abrió sus puertas. La fiesta empezó hoy, pero todo julio es de Oaxaca, nos vemos en la Guelaguetza”.