Oaxaca.-Un vertido de hidrocarburos constituye un problema de una gran complejidad biológica, social y económica. En primer lugar, afecta al ecosistema (incluyendo al ser humano como parte del mismo), que es un sistema complejo compuesto de numerosos elementos que interaccionan entre ellos, creando una dinámica no lineal de difícil predicción.
Cierto es que Petróleos Mexicanos, por ser el responsable de las instalaciones petroleras de Salina Cruz, tiene la obligación de ejecutar medidas para contrarrestar los efectos del derrame.
También es responsabilidad de las instancias federales y estatales el evaluar los daños y vigilar que se lleven a cabo, de manera pronta y efectiva, las medidas necesarias para remediar las afectaciones; esto, en función de los perjuicios e impactos que están significando para el medio ambiente y la economía de la zona.
Entre las diferentes instancias con responsabilidades se encuentran la SEMARNAT, PROFEPA, ASEA, SEMAEDESO y PROTECCIÓN CIVIL, entre las más significativas.
Desde la perspectiva legal ambiental, la omisión en que han incurrido las autoridades contraviene las disposiciones señaladas en los artículos 27, 28, 29 y 54 de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental de la Agencia Nacional, así como lo dispuesto en la normatividad de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, especialmente en su artículo 13, fracción IX del Reglamento Interior y las Reglas de Operación delComité Consultivo Nacional de Normalización de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos -CONASEA- entre las de mayor
relevancia.
Desde la perspectiva legal operacional, la responsabilidad para vigilar y, en su caso, sancionar al infractor,en este caso PEMEX, recae en primera instancia en la SEMARNAT, quien con base al artículo 416 del Código Penal Federal, deberá hacer las denuncias correspondientes en contra de los probables infractores.
En términos sectoriales, es la ASEA quien debe requerir, sancionar y dictar medidas correctivas, tales como reparación de daño, evaluación inmediata y de largo plazo, a efecto de conocer los efectos causados a los ecosistemas marinos y a las comunidades que viven en las cercanías de las playas que son afectadas por las mareas negras. Asimismo, es necesario medir y evaluar el alcance de los impactos de los derrames en sus vertientes sociales (salud, alimentación y acceso de pescadores al recurso), contaminación del ecosistema marino y sus especies, hechos que se contraponen al Derecho Humano a un Medio Ambiente Sano.
En consecuencia, el OAC estima que, valorando el trabajo de PEMEX, esa institución debe abstenerse de arrojar hidrocarburos contaminantes al océano. De igual manera, le solicita a la SEMARNAT que asuma su responsabilidad legal para vigilar, monitorear y, en su caso, sancionar a PEMEX si continúa con sus actividades contrarias al bienestar ambiental y social.
El Observatorio Ambiental Ciudadano de Oaxaca -OAC-, en función del objetivo que se ha propuesto para integrar un mecanismo formal de control social y corresponsabilidad, para el diseño, vigilancia y cumplimiento de los planes, proyectos, programas, estrategias, procesos, obras y servicios públicos relacionados con la política ambiental en el estado deOaxaca, así como para hacer propuestas de soluciónes, hace un llamado a las diferentes instituciones relacionadas con el tema para que se haga efectiva la normatividad ambiental, a fin de resolver la contingencia
ambiental causada por los derrames y sus consecuentes mareas negras