Fortino Torrentera O. Oaxaca. Según Cesar Millán, el famoso domador mexicano de perros, los callejeros son los más estables debido a la libertad que en una casa puede llegar a ser hasta traumática su ausencia; hoy es el Día Internacional del Perro Callejero. Aunque México es el país con mayor cantidad de perros callejeros en el continente, paulatinamente la sociedad va entendiendo el carácter humano que nos debe distinguir en la relación con los perros, por ello ahora en las calles de Oaxaca, algunas familias o establecimientos colocan bebederos o comederos para los perros callejeros. Según estadísticas, el 70 por ciento de los perros en la calle fueron abandonados por dueños irresponsables que ni siquiera los castraron, reproduciéndose constantemente, lo que incrementa la población de caninos urbanos; por ello en 1994 la Organización Panamericana de la Salud cambió el título de “Perro Callejero” por “Perro de dueños irresponsable”. En Oaxaca la falta de control sanitario ha llevado a la proliferación de canes en lugares como San Pablo y San Pedro Teposcolula donde en marzo pasado se ordenó a la policía municipal envenenar a 24 perros. Aunque no se tiene un registro preciso de los perros que deambulan en esta capital oaxaqueña, algunas organizaciones de protección a estos animales, estiman que tan solo en el Centro Histórico habrá unos 300, más el doble en colonias y barrios. Uno de los perros callejeros de Oaxaca más famosos, fue aquel que acompañaba a la APO en sus acciones de resistencia, al cual apodaron “URO” y cuyas imágenes de transmitieron en medios nacionales e internacionales. Y los primeros días de junio, provocó indignación el maltrato de un taxista de San Dionisio Ocotepec, Silvino García Pérez, quien arrastró al indefenso animal sobre el pavimento con una soga de la defensa de su auto. Esta celebración partió de la iniciativa de Ignacio Gac, creador del "Día del Perro Callejero”, Alumno del Universidad de Santiago de Chile en Periodismo y al cual se le agradece este causa internacional que a todo nos toca el corazón. Todos podemos colaborar porque ellos se lo merecen, son los mejores amigos del hombre , son agradecidos con lo que tú les puedas ofrecer ya sea cariño, amor o alimento. Es una gran causa también en contra a la violencia de los animales, a su crueldad y maltrato por parte de seres que no tienen la suficiente capacidad intelectual para saberlos cuidar y valorar. A veces los humanos nos alejamos del dolor y nos dejamos arrastrar por el tumultuoso brillo de la bondad, por el afortunado encanto de la luz, una luz artificial pero que al fin y al cabo ilumina la esperanza, le da un color mágico a la ilusión y hace que nuestra existencia en este mundo sea un poco más digerible.