Agencias
California, EE.UU. - Una embestida furiosa de incendios en una franja ancha del norte de California estalló de manera casi simultánea y crecía exponencialmente hoy martes destruyendo viñedos y barrios de casas rodantes, pequeñas poblaciones rurales y distritos urbanos.
Al menos 10 personas murieron y 100 resultaron heridas por el fuego, que destruyó unas 1.500 viviendas y tiendas, dijeron las autoridades. Se prevé que las tres cifras aumentarán en los próximos días a medida que se recibe nueva información.
Los incendios en conjunto son de los más mortíferos de la historia de California.
Los habitantes en refugios de emergencia y tiendas de abarrotes dijeron que la velocidad y voracidad de las llamas los dejaron atónitos. Recordaron los bienes que dejaron atrás.
“Tantas cosas buenas, jamás volveré a verlas”, dijo Jeff Okrepkie, quien huyó de su barrio en Santa Rosa sabiendo que probablemente era la última vez que vería su hogar de los últimos cinco años.
Sus temores se vieron confirmados el lunes cuando un amigo le envió una foto de lo que quedaba: un montículo humeante de hierros quemados y escombros.
Algunos de los peores de los 14 incendios que abarcaron una franja de 360 kilómetros (200 millas) estallaron en los condados de Napa y Sonoma, donde se encuentran decenas de bodegas y viñedos que atraen a turistas de todo el mundo. El humo llegó hasta San Francisco, casi 100 kilómetros (60 millas) al sur.
El condado de Sonoma dijo que recibió un centenar de denuncias de personas desaparecidas, buscadas frenéticamente por sus familiares y amigos.
Muchos de los desaparecidos posiblemente estén a salvo, pero no hay comunicación con ellos debido a la caída de la telefonía celular y otros medios.
Santa Rosa, una ciudad mucho más grande y desarrollada que las poblaciones que suelen quedar a merced de los incendios, sufrió daños graves. La ciudad tiene 175.000 habitantes, desde ricos propietarios de viñedos hasta trabajadores.
El incendio no respetó las clases sociales. Cientos de viviendas de todo tipo fueron arrasadas por llamas tan calientes que derretían los vidrios de las ventanas y las llantas de aluminio de los autos.
Varias rutas estaban bloqueadas por las llamas, obligando a los residentes a huir por caminos vecinales.
Los bomberos acudieron a un hogar para personas discapacitadas en la histórica población de Glen Ellen y lograron evacuar a los más de 200 residentes cuando las llamas se acercaban a un par de decenas de metros.