Fortino Torrentera
Oaxaca.- Considerado el monologo uno de los géneros de mayor exigencia actoral y siendo una de las piezas dramáticas más profundas, “El diario de un loco” de Nikolai Gogol, será interpretado este 30 de junio en el Teatro Macedonio Alcalá por el actor mexicano, Mario Iván Martínez.
Esta función que iniciará en punto de las 20:00 horas se suma al apoyo de ese teatro con la presentación previa de la Byt Band y el Ensamble Kafka que ofrecieron el pasado 16 de junio un concierto especial e histórico de estas dos innovadoras agrupaciones.
Y el domingo 2 de julio, regresa Mario Iván Martínez al Teatro Alcalá para ofrecer su espectáculo dedicado a los niños y a los papás de los niños “Hadas y príncipes” que se presentará en dos funciones, a las 13:00 y 17:00 horas.
Con la puesta en escena de “El diario de un loco” bajo la dirección de Luly Rede, Mario Iván Martínez da continuidad a la obra teatral con mayor record en funciones, pues en la década de los 70´s el director chileno Alejandro Jodorowsky puso este monologo con el destacado actor Carlos Ancira.
Para Mario Iván, como lo comentó en el estreno en Oaxaca de esa pieza, representó un reto que lo llevó incluso a hacer y tratar de comprender a pacientes psiquiátricos y palpar de cerca ese estado mental que los humanos llamamos locura.
“Deseo montar Diario de un loco porque muestra un mosaico humorístico y a la vez terrible del delirio, brindando así al actor, múltiples vericuetos interpretativos. Desde que abordé el monólogo A la manera de Shakespeare de Susana Wein al regreso de mis estudios en Inglaterra a los 25 años, ¡me hice adicto al espectáculo unipersonal!”, comenta el actor.
“Asimismo, el histórico montaje que sobre Diario de un loco representase por muchos años el maestro Carlos Ancira, hizo historia teatral en México y creó la tradición de ofrecer monólogos los días lunes en la ciudad. Hoy, después de ocho años dedicado primordialmente al público infantil, considero propicio abordar paralelamente un monólogo para adultos, rindiendo asimismo tributo a la memoria de aquel histrión inusitado”.
Y apunta: “Los actores vivimos sumergidos en fantasías análogas de la realidad y me resulta fascinante adentrarme en el texto de un hombre que vivió de cerca el trastorno mental. Su obra cumbre Almas muertas por ejemplo, debió ser continuada por una secuela que no ocurrió porque en un arrebato de depresión psicótica y mística Gogol quemó todos los originales de esta segunda parte, muriendo después a los 42 años”.
“Pretendo con mi directora Luly Rede fluctuar escénicamente entre la realidad y la remembranza, entre el delirio y el erotismo, entre la sátira, el humor y la crítica social. En ese momento, único e irrepetible del acto teatral, quiero aventurarme de la mano de este hombre que avanza inexorablemente hacia la demencia. Pretendo también hacer surgir en mi Aksenti Ivanovich, mis propios delirios y ofuscaciones, derivados del texto entrañable y tragicómico de Gogol”.
“La única diferencia entre un loco y yo, es que el loco cree que no lo está, mientras yo sé que lo estoy”, decía el pintor Salvador Dalí sobre este monólogo de Gogol quien fue víctima de intensas ansiedades y mostró en su Diario de un loco -publicado en 1834 - el desarrollo de un cuadro clínico compatible con lo que hoy sería la esquizofrenia.
“Diario de un loco”, narra la historia de un burócrata quien a través de las diversas humillaciones que sufre, experimenta trastornos eróticos y demenciales; por ello el actor reconoce el trabajo de equipo en este montaje que juega con los elementos escénicos, “queremos que surja la magia y que la luz, la música y el trabajo actoral los transformen en las múltiples y complejas imágenes de la mente delirante del protagonista. En cuestión estética nuestros creativos Edyta Rzewuzka (escenografía) y Matías Gorlero (iluminación) se inspiran en Escher y en sus perspectivas ilusorias de las cuales, no hay escape”.