Omar VALLES
Ciudad de México.- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó hoy del riesgo de que por la prolongada suspnesión de clases a causa de destrucción de escuelas en zonas afectadas por los sismos de septiembre, la deserción escolar aumente dramáticamente además de que buscará recabar más fondos para apoyar a unos 60 mil niños y niñas de los estados de Oaxaca, Chiapas, Morelos, Puebla y la Ciudad de México.
El representante de ese organismo internacional en México, Christian Skoog, dio a conocer un informe de acciones realizadas hasta el momento pero reconoció la urgencia de recabar más fondos porque que la recuperación y ayuda que se prestará será a largo plazo a la población infantil afectada.
Puntualizo que a un mes de los sismo, UUNICEF-México ha recibido donaciones por dos millones 722 mil de dólares, lo que ha permitido el apoyo a 24 municipios en las cinco entidades devastadas.
Confió que para finales de diciembre, se logre contar con 4.6 millones de dólares que permitan apoyar a 60 mil niños.
Por su parte, Carmen López Flórez, jefa del programa de educación de la Unicef en México, advirtió la suspensión de clases que aun se registra en comunidades dónde las escueas fueron destruídas por los sismos, puede provocar la deserción escolar en perjucio de las y los niños.
Recordó que antes de la emergencia por los sismos, en México existían 4 millones de niños y niñas estaban fuera de las aulas y la cifra podría aumentar y por ello pidió la apertura, lo antes posibles de centros escolares
Por ello, urgió a las autoridades a reabrir lo más pronto posible las escuelas que están en condiciones, así como instalar aulas provisionales y carpas seguras para que los alumnos tomen clases
Tras una evaluación inmediata de las necesidades de la infancia a consecuencia del terremoto del 7 de septiembre, UNICEF desarrolló un plan de respuesta e inició una campaña de recaudación de fondos, los cuales adaptó e intensificó tras el terremoto del 19 de septiembre. Ambas actividades continúan en paralelo con intervenciones de ayuda en las zonas afectadas y en colaboración con actores clave del país.
“Nuestro trabajo en emergencias, como en todos los proyectos que tenemos en México, sólo es posible a través de la coordinación de esfuerzos con sociedad civil, autoridades y medios de comunicación, y mediante el apoyo de nuestros donantes”, señaló Christian Skoog, Representante de UNICEF en México.
“Las empresas y personas que confían en UNICEF y apoyan nuestras acciones en México son factores clave en los avances logrados a favor de los niños, niñas y adolescentes mexicanos.”
Skoog indicó también que la recuperación de la infancia afectada requiere de un compromiso nacional a largo plazo, y destacó las siguientes contribuciones por parte de UNICEF hasta el momento:
- Apoyo a 24 municipios priorizados por UNICEF en los 5 estados más afectados.
- Instalación de 26 Espacios Amigables para la Infancia, en beneficio de mil 300 niños.
- Distribución de 100 Escuelas en Una Caja (suministros escolares para el regreso a clases) en beneficio de 4 mil niños y niñas, inicialmente en Puebla.
- Instalación de 100 Espacios de Temporales de Aprendizaje, para beneficio de 4 mil niños y niñas
- Capacitación de 162 docentes con herramientas de apoyo psicoemocional, para beneficio de más de 4 mil niños y niñas
- Distribución de 900 kits de higiene, entregados a familias en San Mateo del Mar, Oaxaca, y Tonalá, Chiapas.
La organización destacó también los siguientes desafíos y necesidades a futuro, insistiendo en la importancia de colocar y mantener a los niños en el centro de la recuperación a corto, mediano y largo plazo:
- Tras los sismos de septiembre, los niños, niñas y adolescentes en Chiapas, Ciudad de México, Oaxaca, Morelos y Puebla continúan necesitando diferentes tipos de apoyo para recuperar la normalidad en sus vidas.
- La recuperación nacional tras una emergencia de esta magnitud es un proceso que toma tiempo, y la infancia afectada requiere, además de protección inmediata, apoyo a mediano y largo plazo para garantizar su recuperación física y emocional.
- Es crucial tanto para el beneficio individual de cada niña, niño y adolescente afectado, como para el futuro del país, asegurar un regreso a clases en condiciones seguras. Un posible incremento de la deserción escolar debido a las condiciones de vida que enfrentan las familias afectadas podría acarrear serias consecuencias para el desarrollo del país.
“La medidas tomadas por México tras los sismos del 85 le han mostrado al mundo que es posible fortalecerse y mejorar en muchos aspectos tras una emergencia humanitaria, y lo mismo puede suceder ahora si, entre todos, nos esforzamos por mejorar el presente y el futuro de la infancia afectada,” concluyó Skoog.
La organización reitera su llamado al pueblo de México para que apoye sus esfuerzos por la infancia afectada, a través del sitio www.donaunicef.org.mx o llamando al 01 800 841 88 88.