Las abajo firmantes, organizaciones y personalidades de la sociedad civil, defensoras de Derechos Indígenas, Derechos de las Mujeres y Derechos de la Naturaleza, externamos públicamente ante el pueblo de México, nuestro total rechazo y repudio a la inmerecida entrega de Medalla Belisario Domínguez a Julia Carabias Lilo, ...“científica comprometida que lucha en defensa del medio ambiente y el desarrollo sustentable”, según palabras del presidente de la comisión del Senado para la Entrega de la medalla Belisario Domínguez, senador Roberto Albores Guillén (hijo del sanguinario represor y contrainsurgente exgobernador chiapaneco del mismo nombre).}
En realidad -de acuerdo a los hechos- Julia Carabias Lilo es la más connotada representante mexicana de los negocios del capitalismo verde, en complicidad con empresas privadas o incluso para su propio beneficio y de sus muy diferentes supuesta ongs fundadas por ella (“Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable, AC” (ENDESU,AC); “Centro Interdisciplinario de Biodiversidad y Ambiente” (CeIBA ) y actualmente, “Natura, Ecosistemas Mexicanos, AC”) para lo cual, desde su llegada a la presidencia del Instituto Nacional de Ecología (INE) en 1994 - con Carlos Salinas de Gortari-; luego a lo largo de su gestión como Secretaria de Medio Ambiente y Pesca - Recursos Naturales (SEMARNAP-SEMARNAT 1994-2000) y en su posterior trayectoria hasta a la fecha, ha promovido en la Selva Lacandona (Reserva de Biosfera Montes Azules) abiertos actos de militarización y desestabilización social con provocadoras acciones contrainsurgentes y, sobre todo, impulsando una cruenta política de despojo y despeje territorial, vía reubicaciones forzosas y desalojos violentos de más de treinta comunidades indígenas y hasta una cruenta masacre (Viejo Velasco, noviembre 15, 2006) todo ello fundamentado en un fraude histórico y agrario (Comunidad Lacandona), y disfrazando estos actos de una verde filantropía, “por bien de la humanidad”, plasmado en su Plan estratégico Lacandona SXXI (elaborado en conjunto con la multinacional conservacionista Conservation International –CI- contando con el financiamiento de la Agencia Internacional para el Desarrollo –AID- del gobierno de los EUA). Con esta política se ha venido violando flagrantemente, derechos fundamentales de dichas comunidades y familias indígenas, como son los derechos a la tierra, al territorio, al resguardo y manejo de bienes naturales, a la integridad y a la vida misma, y con ello, la hoy premiada, se ha venido apropiando, para beneficio propio, de cuantiosos negocios basados en “la conservación de la selva”, como son:
a) La apropiación y conversión de lo que fuera la Estación Biológica de Chajul (UNAM)(porción sur de la REBIMA) en un exclusivo hotel de turismo de élite y de turismo científico (bioprospección), usando para ello -en un acto impune de peculado- $7 millones de pesos donados en 1999 por la Unión Europea al gobierno de México, vía un Convenio de Cooperación Técnica;
b) El uso de $10 millones de pesos donados en 2000 por la empresa multinacional Ford Motors Company al Fideicomiso para la Conservación de la Reserva de Biosfera Montes Azules (REBIMA), para la supuesta construcción de una nueva Estación Biológica en la desembocadura del Río Tzendales (porción sur de la REBIMA) finamente transformado por Julia Carabias en otro exclusivo hotel de ecoturismo de élite;
c) El supuesto "Criadero Extensivo de Mariposas Boca de Chajul", autorizado por la misma Carabias, en su calidad de presidenta del INE (octubre 1994) mismo que incluyó el permiso otorgado a su propio grupo, para la captura y comercialización de 12 mil ejemplares mensuales de 544 especies de mariposas diurnas de la selva, pagadas a indígenas captores en una miseria, para ser exportadas y revendidas a coleccionistas privados de Estados Unidos, Japón y Europa a precios exorbitantes;
d) Durante su gestión en SEMARNAP, J. Carabias promovió la elaboración, firma y convenios de bioprospección y saqueo del conocimiento indígena y de la biodiversidad, con fines de lucro, de parte de empresas farmacéuticas multinacionales, como fueron el convenio UNAM-Diversa (zonas áridas); el convenio entre la farmacéutica Novartis y la Unión de Comunidades Indígenas Zapotecas UZACHI, en la Sierra Juárez de Oaxaca, y el Convenio ICBG Maya, financiado por el Departamento de Estado Norteamericano y signado por ECOSUR, la Universidad de Georgia y la empresa Molecular Inc (mismo que tuvo que ser cancelado en 2001, por la presión de los médicos y parteras indígenas de Chiapas);
e) A partir de 2010, Carabias ha centrado su interés y acción de conservacionismo mercantil y privatizador, en la subregión Marqués de Comillas (extremo sureste de la REBIMA) donde ilegalmente ha comprado dos parcelas ejidales de 50 ha cada una dentro del ejido Zamora Pico de Oro (parcelas ubicadas exactamente enfrente –río Lacantún de por medio-de su hotel del Tzendales). En esa misma subregión, a través de Natura y Ecosistemas Mexicanos, AC, ella ha venido desarrollando en la mayoría de los ejidos, un agresivo programa de ¨pago por servicios ambientales¨ (“conservación de biodiversidad”) con financiamiento de la CONAFOR y de PEMEX. En resumen, esta “Verde Filantropía” que hoy premia el Senado de la República, a través de la entrega de la medalla Belisario Domínguez a Julia Carabias Lillo, en realidad encubre y premia cuantiosos negocios privados basados en la mercantilización y privatización de la naturaleza y en el violento despeje y despojo territorial de territorios indígenas con el pretexto de la conservación ecológica, violando impunemente derechos fundamentales e inalienables de decenas de comunidades y miles de familias indígenas. Es por todo ello que, como integrantes de la sociedad civil mexicana, externamos nuestro total y público rechazo a esta nefasta premiación ATENTAMENTE (por orden alfabético)
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