Organizaciones y pueblos del Istmo contra eólicas y despojo de tierras

Comunicado Oaxaca.-Las organizaciones y comunidades de la región del Istmo de Tehuantepec que conformamos la Articulación de Pueblos Originarios del Istmo Oaxaqueño (APOYO), denunciamos la política extractivista eólica y de despojo de nuestro territorio que el gobierno mexicano está promoviendo ante la Conferencia Internacional de Energías Renovables (MEXIREC 2017). Así mismo rechazamos contundentemente la condonación de impuestos a las empresas eólicas instaladas en el Istmo y la utilización política y electoral que el gobierno federal y estatal propician con el terremoto que ha impactado seriamente a varios municipios de la región. La conferencia internacional de energías renovables, denominado MEXIREC 2017, que se realiza del 11 al 13 de septiembre en Santa Fe, Ciudad de México, es un evento internacional de alto nivel que reúne a gobiernos de varios países, bancos y empresas con el fin de promocionar este sector. Es también un momento clave para la proyección mediática y política del gobierno mexicano en todo lo relativo a energía renovable. [caption id="attachment_46374" align="alignright" width="480"] Iniciará CFE la construcción de los campos eólicos Oaxaca II, III y IV.[/caption] La región con mayor potencialidad eólica en México es el Istmo de Tehuantepec, hoy el principal afectado por el terremoto del pasado 7 de septiembre. Las poblaciones del Istmo han visto la imposición de más de 20 parques eólicos en sus territorios que han afectado seriamente nuestra vida, cultura, bienes naturales y vulnerando el tejido comunitario. Las empresas eólicas llegaron anunciando “progreso, desarrollo y derrama económica”; sin embargo, sólo se ha profundizado un proceso de despojo de nuestros territorios y bienes naturales. Algunos de los resultados reales en más de 10 años de presencia de las empresas eólicas en el Istmo son: acaparamiento de miles de hectáreas de tierras, altos niveles de pobreza, aumento de la desigualdad y marginalidad, falta de fuentes de trabajo, disminución de la producción agrícola e incremento del crimen organizado. Otros impactos incluyen la destrucción de sitios con gran importancia ritual y espiritual, la degradación irreparable de zonas sensibles y de alto valor ecológico, la erosión de importantísimos corredores biológicos, serias afectaciones en las principales rutas migratorias de aves y murciélagos, y afectaciones en acuíferos y corrientes de agua superficial. Un informe oficial que detalla las consecuencias destructivas de este modelo están en el “Informe de Verificación de la Observancia del Proyecto Eólico Mareña Renovables”, emitido por el Mecanismo Independiente de Consulta e Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo y adoptado por el Directorio Ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo el 14 de septiembre de 2016, que concluye: “consideramos que efectivamente las comunidades indígenas del Istmo enfrentan el riesgo de pérdida de identidad y costumbres. Esto se refiere en particular a la pérdida del principio de gobernanza comunitaria y bien común a favor de esquemas de decisión y desarrollo centrados en el individuo, al generarse una brecha entre beneficiarios (propietarios de tierra) y no beneficiarios (aquéllos que no poseen tierras) del desarrollo.” Dicho informe atribuye directamente este grave impacto social “al intenso y rápido desarrollo eólico en la región del Istmo”. También reconoce que estos impactos generan serios conflictos que ponen en riesgo la vida y seguridad de quienes se oponen a los proyectos por defender los territorios, valores y derechos comunitarios. Las empresas eólicas instaladas en el Istmo de Tehuantepec tampoco están cumpliendo sus compromisos sociales y no pagan impuestos a los municipios donde se instalaron. Por ejemplo en Juchitán de Zaragoza, el municipio que ha sufrido mayores pérdidas humanas y materiales con el sismo, se encuentran instalados 12 parques eólicos que tan solo en el 2015 han llegado adeudar más de 2 mil 859 millones de pesos [1]. Contradictoriamente Gloria Sánchez, presidenta municipal de Juchitán de Zaragoza, junto con los presidentes municipales de Unión Hidalgo, Asunción Ixtaltepec, Santo Domingo Ingenio y El Espinal, los dos primeros también sumamente afectados por el sismo, de manera tramposa eximieron a las empresas eólicas de las contribuciones tributarias que deben pagar a los municipios de este año y los que vengan; esta medida beneficia tanto las empresas instaladas como a las que se vayan a instalar. Además, se comprometieron a participar en la derogación de la ley de ingresos municipales, que obliga a las empresas de energía eólica a pagar impuestos y por si fuera poco acordaron una coordinación entre el gobierno estatal y el municipal para brindar servicios en materia de protección civil en las instalaciones de las empresas eólicas establecidas y por establecerse. La situación de las comunidades que habitan el Istmo de Tehuantepec se agravará a razón que gobierno Federal ha autorizado la construcción de infraestructura para una segunda fase de expansión eólica en región, la cual permitirá un adicional de 3,683 MW. Esto implicaría casi triplicar la capacidad de generación eólica actualmente instalada en la región que son 2192 MW y alrededor de 1900 aerogeneradores. Esta nueva fase de desarrollo eólico forma parte de la Zona Económica Especial para el Istmo de Tehuantepec. Ante esta nueva imposición, más de 1800 pobladores de más de 11 municipios del Istmo presentaron un amparo colectivo regional en el mes de marzo de este año ante el Juzgado de Salina Cruz, con el objetivo de proteger los derechos de los pueblos indígenas. Esta nueva infraestructura eléctrica se pretende construir en sus territorios sin consulta y sin obtener su consentimiento libre, previo e informado. El Estado dolosamente desconoce la existencia de los pueblos indígenas de la región y evitar garantizar todos los derechos reconocidos a nivel nacional e internacional en materia de pueblos indígenas. Lastimosamente el poder judicial es cómplice de estas políticas y no ha respondido favorablemente. Todas estas medidas forman parte de la transición energética en México que el gobierno está ofertando en este momento a otros países e inversores en esta Conferencia Internacional de Energías Renovables. En el contexto de este grave terremoto, el gobierno federal y estatal, junto a las empresas eólicas han hecho una utilización política y electoral de esta desgracia; comparado con las grandes utilidades que les están generando el recurso eólico de la región, entregan migajas a través de despensas a la población afectada. Mejor seria que pagaran los impuestos que adeudan. Existe una profunda preocupación por lo que pueda venir ahora ya que la necesidad económica de muchas familias se ha agudizado con el sismo. No dudamos que esta situación vaya a ser aprovechada por las empresas eólicas que presionaran a la firma de contratos que entreguen sus tierras a cambio de pagos por arrendamiento mínimos, ya que esta fue una práctica fue muy utilizada por las empresas para la instalación de los primeros parques. Los pueblos indígenas del Istmo de Tehuantepec, que en este momento estamos viviendo el peor de los desastres naturales, que estamos sumidos en la desesperación y tristeza por la partida de nuestros hermanos y hermanas y la perdida de cientos de hogares, nos levantamos para decir que no queremos migajas del gobierno ni las empresas eólicas. En medio de este profundo dolor públicamente nos posicionamos para decir que no queremos que se continúe aplicando un modelo de transición energética determinada por algoritmos, que únicamente considera factores económicos, sin prestar ninguna atención a factores sociales y ambientales. No queremos que se piense solo en las inversiones y el beneficio de las empresas eólicas y nos engañen con su discurso de “beneficios compartidos” que no cambian en nada la esencia de este modelo extractivista eólico que despoja a las comunidades indígenas dueñas del territorio.   Exigimos de manera inmediata lo siguiente:       Que el gobierno pare el despojo de nuestras tierras    No queremos la imposición de más parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec       Que los parques que están ya instalados paguen los impuestos que deben       Que se anule la condonación tributaria a los parques eólicos