El transporte masivo, un bien común ligado a intereses económicos

Fortino Torrentera O. Oaxaca.- Al cumplir dos años del inicio de los trabajos la construcción de la Línea 7 del Metrobús en la Ciudad de México, la falta de opacidad administrativa en la liberación de permisos han interrumpido su conclusión, condición similar del improvisado proyecto de “movilidad urbana” CityBus en Oaxaca, el cual se encuentra en el abandono. Ignorando los estándares internacionales en materia de movilidad que ponderan la seguridad del peatón, trazado improvisadamente sin considerar el diseño urbano e impuesto sobre una ruta distinta a la planeada, el proyecto de Citybus representa un severo daño económico a Oaxaca, pues dicho sistema debería ser replanteado. Este proyecto que en la pasada administración fue justificado por el beneficio que traería a 630 mil habitantes, por ello al arribar la presente administración, el titular de la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra), Francisco García López, anunció que en abril pasado, la Secretaría de Administración concluiría esos trabajos para activar el servicio en los primeros días de ese mes. Dos meses después, tanto los parabuses como los acotamientos fueron dañados por el uso o la ociosidad. El proyecto del Citybus, implicó una inversión los últimos dos años de la pasada administración de más de mil millones de pesos, como lo afirmara el empresario transportista, Antonio Gustavo Acevedo Salinas, quien reveló que los 43 autobuses adquiridos en 2015 por la Secretaría de Administración para este proyecto, serían destinados para transportar a los trabajadores de Ciudad Judicial y Ciudad Administrativa. A cargo de esta obra pública quedó la empresa GAMI Ingeniería (GI) S.A de C.V. y según información que poseen los empresarios transportistas, al cabo de la administración pasada, según la Secretaría de Finanzas, con un avance del 60 por ciento de avance tuvo un costo de 522 millones 952 mil pesos, pero se estima que el monto total llegó a los mil 600 millones de pesos. Especialistas tanto en movilidad como en diseño urbano, recomiendan primero, el uso de la bicicleta y luego del transporte masivo para garantizar la movilidad urbana segura; a lo cual se han sumado autoridades y empresarios; el problema surge cuando este tipo de obras se consideran solo desde el dictamen arquitectónico y no de movilidad o diseño urbano. Integrantes de la Secretaría Técnica del Movimiento Ciudadano de Cultura Vial, los mismos que dictaminaron que lejos de construir un distribuidor vial que aumenta la velocidad de rodamiento de los autos, debió haberse instalado una rotonda, compartieron algunas observaciones sobre el proyecto del Citybus. En primer término, señalan que para implementar un proyecto de esta magnitud se requiere antes desplegar una intensa campaña de educación vial, al tiempo de crear rutas eficientes que lejos de intensificar la circulación en vías congestionadas, permitan una mayor fluidez. Para ello, es necesario trazar el diseño de una ruta crucial como es el pretendido Citybus, donde se deben identificar los puntos de más afluencia vehicular y peatonal, así como la eficiencia en movilidad del sistema, entre otros puntos. Recientemente, la presente administración señaló que analiza este proyecto, en tanto los más de mil millones de pesos invertidos podrían perderse o la otra alternativa sería retomar este proyecto cuyo trazo y diseño incumple con las normas internacionales en materia de ingeniería civil y de movilidad. La falta de opacidad desde su origen hasta nuestros días y la toma de decisiones desde el escritorio y sin conocimientos de movilidad, podrían concluir esta historia en el abandono y olvido, como ha sucedido durante décadas con la vialidad de esta ciudad.