Oaxaca.- La actriz Evangelina Elizondo murió a los 88 años de edad. Así lo ha confirmado la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI), quien hace unos momentos dio a conocer la noticia a través de su cuenta de Twitter.
Hasta el momento no se han dado más datos sobre su fallecimiento. Uno de sus personajes más recordados es el de “Mamalena”, madre de Angélica Aragón en la telenovela “Mirada de Mujer” (1997 y 2003).
Asimismo, se recuerda su participación en las películas “El castillo de los monstruos”, “Tres balas perdidas” y “Días de otoño”, entre muchas otras. También incursionó en el doblaje, siendo la más recordada la voz de “Cenicienta” de Disney.
Evangelina Elizondo nació en la Ciudad de México el 28 de abril de 1929. Inició su carrera en el cine en los años 50 y también destacó su trabajo en telenovelas como “El Pecado de Oyuki” y “El abuelo y yo”.
El personaje de “Mamalena” en la telenovela de Televisión Azteca Mirada de mujer la dio a conocer a toda una nueva generación. Interpretó a “Sara” en la telenovela Amores cruzados y volverá a la pantalla chica con la nueva telenovela Pasión Morena, también de Televisión Azteca. Además ha aparecido en varios anuncios publicitarios, destacando los de la tienda Elektra, junto a la presentadora María Inés Guerra, creando una mancuerna muy reconocida en México.
En sus inicios dobló la voz en español de Cenicienta, la princesa protagonista de la película La Cenicienta de Walt Disney.
Estuvo casada con el ingeniero petrolero José Luis Paganoni. Estando ambos ya divorciados, una noche (la madrugada del 27 de mayo de 1960) en la que Evangelina y su amigo y compañero de actuación Ramón Gay (ambos trabajaban en esos días en la obra 30 segundos de amor en el Teatro Rotonda; (algunos rumores dicen que su amistad era algo más), regresaban en coche a casa de Evangelina después de haber cenado juntos, José Luis Paganoni atacó violentamente a Ramón, primero con las manos y luego con una pistola, hiriéndolo con un impacto en la mano izquiera y otro en el vientre, enfrente de Evangelina.
Posteriormente y aún con vida, es trasladado al hospital, donde muere desangrado. Véase, al respecto, en el periódico El Universal (18 de septiembre del 2006) la crónica “Un charco de sangre”, elaborada en la columna “Crónicas neuróticas” del escritor Rafael Pérez Gay, cuyo padre y Ramón “fueron primos hermanos y amigos inseparables durante su adolescencia y juventud”.
En 2016, luego de que se le rindiera homenaje en el Festival Internacional de Cine, anunció su retiro de la actuación.