Puebla, Puebla. - Con los mejores ingredientes que provee el campo oaxaqueño, alumnas del Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo (ICAPET), obtuvieron el tercer lugar en el “Quinto Concurso Nacional de Gastronomía de los ICAT” con sede en el campus la Paz, de la Universidad Politécnica Hispano Mexicana, ubicado en la ciudad de Puebla, con la elaboración del platillo “Chileatole Prehispánico”.
Marco Antonio Hernández Cuevas, del ICAPET, resaltó que durante el concurso los dos equipos integrados por las alumnas del plantel 664 de Asunción Nochixtlán y la Acción Móvil de San Martín Tilcajete demostraron el aprendizaje, las habilidades y conocimientos que adquirieron durante las capacitaciones.
Enfatizó que el del Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo continúa trabajando en la encomienda del Gobernador del Estado Alejandro Murat Hinojosa, impulsando las políticas públicas que están enfocadas en beneficio de las mujeres oaxaqueñas.
Hernández Cuevas, dijo que los doce planteles y las dos Acciones Móviles que se encuentran en las 8 regiones del estado buscan con las capacitaciones rescatar la cultura y tradiciones oaxaqueñas, además de fomentar el rescate de la cocina tradicional brindando conocimientos teóricos y prácticos de las recetas ancestrales que caracterizan al Estado de Oaxaca.
Durante la presentación del platillo, las alumnas Diana Yesica Bautista Hernández, Dalia Gudi Martínez Arellano y Yolanda Hernández García, del plantel de capacitación 664 de Asunción Nochixtlán detallaron la preparación del platillo representativo de la región de la Mixteca oaxaqueña, “el maíz era un elemento importante en la creencia por cuestiones y prácticas religiosas, marcaban el ciclo de la vida y el ciclo de la muerte, es decir la siembra y la cosecha, también era muy importante porque determinaba el ciclo de las guerras e inclusive de la construcción de algunos monumentos, el quelite, la flor de calabaza, las guías y los elotes también representan la abundancia de nuestra tierra, el colorido y el sabor”.
El Chileatole Prehispánico, estuvo acompañado por tortillas en forma de triángulo que representan una ofrenda a los Dioses, específicamente a la Diosa de la Tierra y al Dios de la Lluvia, en agradecimiento por las cosechas obtenidas y para que no faltara el sustento en las familias.
Explicaron que el platillo fue presentado en platos originales de barro, porque en la cultura mixteca, el barro nos recuerda que venimos de la tierra y que somos hijos de maíz. Además de que lo ingredientes son orgánicos, “los indígenas de nuestras comunidades cuidan mucho sus tierras, convivimos con la naturaleza, vivimos de ella, la tenemos que preservar”.