Oaxaca.-La
lluvia de estrellas fugaces Leónidas tendrá su mejor visión en el cielo de la madrugada del 17 de noviembre. La casi Luna Nueva contribuye en ver más brillantes los meteoros al explotar con la atmósfera. Algunos pueden aparentar verdaderas bolas de fuego.
El periodo en que se observan regularmente cada año es entre el 2 y 30 de noviembre, pero esta madrugada es la que promete ofrecer una mejor experiencia, por la cantidad de meteoros.
Según la Sociedad Americana de Meteoros, son visibles un mínimo de 2 meteoros luminosos por hora en latitudes del Hemisferio Sur, a un promedio de 8 por hora en el Hemisferio Norte medio.
No es una lluvia muy abundante, sin embargo es de notable presencia y no defraudará a ninguno, además las luces viajan a gran velocidad, alcanzando a veces los 70 Km/s.
Foto: Leónidas vistas en 2001. (NASA)
Dónde y cómo verlas
Tal como lo indica su nombre, las Leónidas parecen surgir desde la
constelación de Leo, 3 grados al oeste de la estrella de 3ª magnitud conocida como
Adhafera (zeta Leonis). La mejor hora para encontrar Leo suficientemente en alto es antes del amanecer.
Hay que buscar un lugar aislado de la luz artificial, recostarse en una silla en dirección Este, con la cara hacia el cielo y esperar hasta acostumbrar la vista.
Luego nuevamente mirar hacia el Este y alzar la vista y esperar. En el Norte se ven más en alto que en el Sur, donde Leo está a ras del horizonte.
El Hemisferio Norte puede tener este escenario de Leo, con su brillante estrella Regolo:
Foto: Leónidas vistas en el Hemisferio Norte. (Stellarium)
En el Hemisferio Sur en cambio la vista es más cerca del horizonte.
Foto: Leónidas vistas en el Hemisferio Sur. (Stellarium)
Origen de los meteoros
La cola del cometa Tempel Tuttle deja un rastro de partículas que da origen a la lluvia de estrellas Leónidas.
Su órbita se extiende hasta la órbita del planeta Urano, y el cometa con su cola de partículas tarda alrededor de 33 años en dar la vuelta completa alrededor del Sol.
Cuando la Tierra cruza cada año en noviembre esta franja de polvo que deja el cometa, afronta la lluvia de estrellas. Todo un espectáculo, para ver a simple vista.
Foto: Órbita de las Leónidas. (Cientec)