Lo anterior, como parte de la estrategia puesta en marcha por el titular de la dependencia, José Calzada Rovirosa, para definir acciones precisas y viables que incrementen la producción en el sector agroalimentario nacional y responder a los retos actuales con una visión de futuro.
Con base en un informe de la Subsecretaría de Agricultura, la SAGARPA precisó que de 2013 a 2016, a través del Componente de Agricultura Protegida, se fomentan este tipo de sistemas en el agro del país en beneficio de pequeños productores, mujeres y jóvenes del sector rural.
En este periodo se contribuyó al financiamiento de mil 625 proyectos presentados por los productores y pequeñas empresas del sector para el establecimiento de diferentes superficies de agricultura protegida.
Fueron apoyadas 835 hectáreas de invernadero, que representan el 51 por ciento del total de proyectos presentados; malla sombra, 553 hectáreas; macro túnel, 164 hectáreas, y malla antigranizo, 72 hectáreas.
El informe detalla también que en 2016 se incentivó una superficie de mil 261 hectáreas de agricultura protegida, lo que representa una inversión de 447.4 millones de pesos, recursos que permitieron ejecutar 404 proyectos de infraestructura en diversas regiones del país.
A través de los sistemas de Agricultura Protegida es posible incrementar la producción de bienes agrícolas, ya que se cuenta con un ambiente controlado, tanto en temperatura como en humedad, además de que protege a los cultivos de plagas y enfermedades.
Esto contribuye también a garantizar la sanidad e inocuidad de los alimentos que se cultivan bajo esta modalidad, lo cual les brinda un valor agregado y facilita su comercialización, tanto en mercados nacionales como internacionales.
Entre los cultivos que utilizan este tipo de sistemas, se encuentran el jitomate y las fresas, lo que permite rendimientos mayores, en beneficio de los productores y sus familias.