Rescata Ayuntamiento palmeras en peligro por “El picudo negro”

Fortino Torrentera O. Oaxaca.- Palmeras que se encontraban en la calle de Gurrión –anexa al templo de Santo Domingo- han muerto a causa de la invasión de la plaga del picudo que durante años no fue atendida, incluso, algunos recursos fueron destinados al ornato en vez de su cuidado. La mañana de este martes, personal del Ayuntamiento capitalino coordinador por el ingeniero agrónomo y uno de los tres parasitólogos en Oaxaca, especializado en plagas y enfermedades, Jorge Luis Cruz lamentó la pérdida de varios ejemplares de esta especia de palmera que en toda la ciudad están recibiendo el embate del Picudo negro, por lo que ya han muerto algunos de estos ejemplares. Explicó que el Picudo negro es un insecto de dos a tres centímetros que se dan especialmente en este tipo de palmera que producen gran cantidades de alcoholes y azúcares en la parte meristemática o en la zona apical, por lo que la hembra del picudo pone sus huevecillos ahí y a los 15 días que crece la larva se empieza a alimentar de la palmera, ocasionándole la muerte. En Oaxaca hay un promedio de mil palmeras tanto en espacios públicos como en casas habitación, de las cuales 100 se encuentran en estado terminal, algunas muertas y otras muy enfermas, pero hace falta constatarlo con un censo que es responsabilidad de la Dirección de Ecología Municipal. Por ello, dijo que a través de la denuncia ciudadana, la actual administración municipal está atendiendo esta plaga que pone en riesgo este tipo de palmeras en Oaxaca, empleando un método integral no sólo haciéndoles el tratamiento fitosanitario, sino también es vital el apoyo de la ciudadanía para que reporten a Ecología Municipal de ejemplares en peligro. “De esta forma buscamos reducir el umbral económico que significa la incidencia de la plaga”. El especialista propuso como método integral cinco etapas, siendo la primera el trampeo que no se utiliza cuando ya se conoce la plaga; retiro de palmeras secas que no tienen forma de cómo rescatarlas; otro paso es el secamiento de algunos ejemplares que tienen más del 50 por ciento de daños, proceso que debe hacerse rápido para evitar la propagación de la plaga, para lo cual hay que recolectar todas las larvas que se halan en su interior; También se incluye la poda y la quinta etapa es la fumigación con la cual queda protegida de cualquier ataque. Pero advierte que este método requiere de constantes atenciones a cada ejemplar hasta que le broten nuevas y frondosas hojas que es el reflejo de que la planta ya no tiene peligro y se le garantizan más años de vida. Naturaleza muerta El especialista lamentó que en Oaxaca no existan sistemas de reproducción en semillas o invernaderos para este tipo de plantas sino que se han reproducido por intervención humana y los gobiernos federal y estatal no cuentan con un control en el sistema de manejo y transporte de fruta, verduras y plantas que al tener una movilidad libre se posibilita que las plagas se vayan reproduciendo, por lo que existe el riesgo de que esta plaga se pueda mover a otras regiones del Estado. A decir del pintor y defensor de los árboles emblemáticos de esta ciudad, Francisco Verástegui, se perdieron tres ejemplares en esa calle de Gurrión con una edad aproximada a los 35 años, siendo de estos los más antiguos los que se encuentra en la ex hacienda de Aguilera, sembrados en 1963. Pese a que estos ejemplares no son tan viejos, es de recordarse que hace dos administraciones, bajo el mandato de Luis Ugartechea, el entonces director de Ecología, Alberto Toriz –quien hoy trabaja en el Instituto de Ecología- instaló precisamente bajo las palmeras hoy muertas, una luminaria de leds de colores con recursos del Banco Mundial destinados a ese fin, cuando en sus manos estuvo la salud de los ejemplares que se extinguieron. Si bien las autoridades municipales, ambientales y gubernamentales tienen la obligación de ofrecer los cuidados a los árboles de la ciudad, la sociedad en su conjunto debe ser vigía y tutelar cada uno de estos seres vivos que oxigenan esta ciudad.