Oaxaca.-El día de muerto en México se caracteriza por celebrar el paso de la vida a la muerte, recordar con cariño a los que ya partieron de este mundo y en nuestras vidas dejaron una huella importante. Cada pueblo, cada región, tiene sus propias tradiciones, sus propios usos y costumbres.
Pero si hay una tradición que encontramos en cada uno de ellos, es sin lugar a dudas, la celebración de muertos, la cual caracteriza por su multicolor, desde el papel picado, las flores, hasta sus deliciosos tamales y chocolate. Por ello el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), invita a la sociedad oaxaqueña a moderar la alimentación durante estas festividades, todo con el objetivo de prevenir enfermedades que afectan la calidad de vida.
La Coordinadora delegacional de Nutrición del IMSS, Roció Guadalupe Espinosa Castro, refiere que debido a la gran cantidad de alimentos típicos que se preparan durante estas festividades, se populariza la indigestión, también conocida como malestar estomacal o dispepsia, que se caracteriza por sensación dolorosa o de ardor en el abdomen alto, generalmente acompañada por náuseas, inflamación de estómago, eructos y a veces vómitos.
Es evidente que las personas tiendan a excederse tanto en su consumo de alimentos, dulces y hasta ingesta de alcohol, no obstante, los excesos son malos y pueden afectar la salud, por lo que es mejor observar cierta mesura durante estas celebraciones.
Recuerde que la indigestión se ocasiona en la mayoría de las personas por comer en exceso o con alto contenido graso, hacerlo demasiado rápido o por alimentarse en situaciones de estrés. Para que aparezca este padecimiento basta también con fumar, tomar demasiado alcohol, utilizar medicamentos que irritan las paredes del estómago y padecer estrés continuo.
Finalmente, la Nutricionista del IMSS recomienda no caer en los excesos al comer y beber, recuerde que el objetivo es convivir y disfrutar de estos días con la familia, por último se le aconseja no conducir si ha bebido, aún en pequeñas cantidades, el alcohol disminuye la capacidad de los reflejos y aumenta las probabilidades de un accidente.