Agencia Informativa Conacyt
Oaxaca.- Detrás de cada voluntaria que Proyecto Cali entrevista, hay una historia antes y después de la mastectomía; hay un pasado afectado por el cáncer de mama y un presente que sobrevive con cicatrices, pero también hay una oportunidad para utilizar la impresión 3D en la creación de prótesis mamarias que les ayuden a llevar una vida cotidiana.
Motivado por experiencias familiares, Erik Muñoz Arellano creó la empresa Proyecto Cali, que busca producir prótesis mamarias personalizadas para pacientes que hayan sido sometidas a mastectomías, y que estas sean creadas con materiales amigables con el medio ambiente para que garanticen durabilidad, comodidad y bajo costo.
“Una de mis familiares fue mastectomizada y siempre me comentaba sobre la problemática en torno a la compra de prótesis, como la incomodidad o el precio”, señala Erik Muñoz, fundador de Proyecto Cali y estudiante de ingeniería química del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Desde hace un año Proyecto Cali enfoca sus esfuerzos en encontrar el diseño ideal para la impresión de las prótesis mamarias. Erik Muñoz asegura que trabajan con materiales comerciales, como el poliuretano termoplástico, que ofrece alta maleabilidad y puede fundirse para volver a crear nuevas piezas.
Este estudiante tapatío señala que una de las ventajas de utilizar este material es que presenta alta tolerancia ante entornos con pH ácidos, su composición ayuda a la personalización de la prótesis, puede lavarse de manera fácil y ofrece una durabilidad superior a los cinco años.
Erik Muñoz Arellano detalla que para la creación del diseño elaborado se contó con la tecnología de la empresa inMateriis, un laboratorio de innovación, investigación y manufactura 3D que ha recibido apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (
Conacyt) a través del Fondo de Innovación Tecnológica (FIT).
Prótesis personalizadas
Aunque los trabajos para el diseño de la prótesis iniciaron hace un año, esta empresa emergente ya desarrolló los primeros prototipos que fueron probados en un grupo de 300 voluntarias, explica Alejandro Muñoz Arellano, estudiante de la licenciatura en ciencias de los materiales del CUCEI de la UdeG y otro de los miembros de Proyecto Cali.
El estudiante relata que la primera etapa de prueba consistió en presentar una prótesis genérica a las pacientes, con la finalidad de observar la reacción ante el producto y obtener información que pudiera servir para mejorar la calidad de este. Posteriormente se aplicaron cambios al diseño hasta conseguir un producto mínimo viable como empresa.
Una vez aplicadas las mejoras, el siguiente paso fue probar las prótesis personalizadas en casos específicos, por lo que se trabajó con cinco voluntarias para elaborar piezas que se adaptaran a las características peculiares de cada mastectomía.
“Realizamos un diagnóstico para evaluar las cicatrices causadas por las mastectomías y con un escáner tridimensional obtenemos una imagen del tórax; también medimos y pesamos el seno sano para obtener la información, que luego se usa para elaborar un diseño con las características necesarias y que se pueda imprimir”, agrega Erik Muñoz.
Jordi Puig Gómez, otro de los integrantes de la empresa y estudiante de la licenciatura en contaduría pública del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la UdeG, menciona que ya aseguraron que es un producto mínimo viable y el costo de la prótesis personalizada oscilaría entre los tres mil 500 y cuatro mil 500 pesos.
La empresa emergente ya se encuentra realizando el trámite de solicitud de patente para registrar el diseño de la prótesis, por lo que busca capacitación constante para completar los procedimientos burocráticos que implica este proceso.
Esperanza en tres dimensiones
Laura Patricia Evangelista Martínez, miembro de esta empresa, es quien más en contacto está con las voluntarias. Esta joven tapatía relata que durante los trabajos de inspección previo a la recolección de datos, las mujeres comparten sus historias y las consecuencias de las mastectomías en sus vidas diarias.
“Nos platican sus experiencias desde que les diagnosticaron cáncer hasta la mastectomía, nos platican de las formas en que improvisan prótesis con calcetines o bolsas llenas de semillas”, menciona esta egresada de la licenciatura en negocios internacionales del CUCEA de la UdeG.
La joven asegura que trataron con voluntarias que desconocían los procedimientos para elaborar prótesis en 3D; sin embargo, manifestaron aceptación luego de conocer cómo la tecnología puede ser utilizada para ayudarlas con las consecuencias de las mastectomías.
Para obtener retroalimentación sobre las prótesis personalizadas, agrega, se trabajó con asociaciones civiles que atienden a mujeres con cáncer de mama y a futuro buscarán fortalecer relaciones con otros organismos para ofrecer el producto a bajo costo.
Erik Muñoz señala que el primer paso de Proyecto Cali es la consolidación de un producto viable en el mercado, pero el objetivo a largo plazo es trabajar en la creación de una empresa dedicada a la investigación de materiales y protocolos que puedan ayudar a la salud de la sociedad.
“No solo queremos tratar una secuela del cáncer, si podemos ayudar a encontrar una cura, sería mejor. Con las ganancias recaudadas con la producción de la prótesis, queremos empezar con investigación y desarrollo en ingeniería genética molecular, biomedicina y ciencias de los materiales”.
Aunque Proyecto Cali ya terminó con la etapa de prueba de las prótesis personalizadas, no descartan trabajar con otras pacientes en una siguiente fase, por lo que a través de sus redes sociales indicarán si se abren más periodos de prueba.