y admiran la riqueza cultural que ofrece Oaxaca en el marco de la fiesta cultural más grande de Latinoamérica: la Guelaguetza.
Oaxaca.- Al sonar de los caracoles, las antorchas se encendieron en los extremos del Auditorio Guelaguetza para anunciar la llegada de los guerreros zapotecas, marcando con ello el inicio de la representación de “Donají…La leyenda”, un espectáculo teatral y dancístico a cargo del Ballet Folclórico de Oaxaca.
Ante la mirada de asombro de más de 11 mil personas que abarrotaron la Rotonda de la Azucena, entre ellas la Diosa Centéotl 2018, Francisca Pérez Bautista, originaria de Santa María Zacatepec y bajo el cobijo de una fresca noche de domingo, se realizó esta puesta en escena de amor, magia y tragedia en su trigésima sexta edición.
En punto de las 20:30 horas, se apagaron las luces para dar paso a un espectáculo que desde 1982 ha cautivado a miles de personas, quienes han formado parte del misticismo de este magnífico espectáculo lleno de luz, color y música prehispánica, acompañado con la narración del sacrificio de amor que la princesa zapoteca Donají ofrendó para salvar a su pueblo.
Con la presencia del Presidente Municipal, José Antonio Hernández Fraguas; la Presidenta Honoraria del DIF Municipal, Lorena Córdova Brena; el Gobernador del Estado, Alejandro Murat Hinojosa; la Presidenta del DIF Estatal, Ivette Morán; el Embajador de la Unión Europea en México, Klaus Rudischhauser e invitados especiales, los más de 83 jóvenes del Ballet Folclórico de Oaxaca realizaron la extraordinaria representación de “Alma Grande”, en la que hombres, mujeres y niños observaron con gran admiración esta inigualable representación que a la fecha se repite en la tradición oral.
Ambientada con música prehispánica, comenzó a contarse la historia de la princesa Donají, quien desde que nació en el seno de una familia zapoteca, un sacerdote descifró en el cielo el signo de la fatalidad y predijo que se sacrificaría por amor a su pueblo.
La historia que narra el amor de una pareja de príncipes prehispánicos avanzó sin contratiempos, con efectos sonoros que apoyaron la recreación de un escenario prehispánico manteniendo expectante al público y recreando la constante lucha entre los pueblos mixtecos y zapotecos por conquistar las tierras de Antequera.
En medio de tales enfrentamientos, un guerrero Mixteco de nombre Nucano – interpretado en esta ocasión por Carlos Alberto Rosales- fue hecho prisionero por los zapotecas y puesto a disposición del rey Cosijoeza.
Al verlo Donají-interpretada por Karla Alessia Martínez Platas- caracterizada por su nobleza y compasión por sus semejantes, sanó sus heridas y cuidó de él, pues nació el amor entre ellos, motivo por el cual encabezaron la paz entre sus pueblos.
Liberado por la princesa, Nucano alentó a su pueblo a terminar con la guerra, mientras que Donají hizo lo mismo con su padre. Luego de varios intentos y gracias a ese amor que floreció, se consolidó la armonía entre mixtecas y zapotecas.
Anteponiendo el amor a su pueblo que a su propia vida, la princesa dio aviso a los guerreros zapotecas de que sus carceleros se encontrarían al anochecer en Monte Albán, lugar donde fueron sorprendidos y asesinados por la gente de Cosijoeza. Descubierto el plan de Donají, los mixtecas decidieron vengarse del rey decapitando a la princesa cerca del río Atoyac, lugar donde fue sepultada.
La trama culminó con un cielo de luces multicolores, donde los juegos pirotécnicos fueron el sello distintivo de las fiestas de los Lunes del Cerro. Con aplausos, miles de familias oaxaqueñas, así como visitantes de diversas partes del país y del mundo, reconocieron y admiraron la riqueza cultural que Oaxaca ofrece en el marco de la fiesta cultural más grande de Latinoamérica: la Guelaguetza.
En este tenor, la Comisión de Seguridad Pública y Vialidad Municipal, así como la Dirección de Protección Civil, reportaron saldo blanco.