Oaxaca.-“Alumnos y maestros vinimos a tocar, la Villa de Zaachila lo va a disfrutar” fue parte de una estrofa compuesta para el tradicional “Son Calenda”, que niñas y niños escolares interpretaron durante el Primer Festival de la Canción, en el teatro 600 años de esta localidad, donde la edil municipal, Maricela Martínez Coronel, dio la bienvenida.
El sol bañaba la tarde, los ánimos y las palmas del público asistente se fundían en una fiesta de música y lírica, “No canto para ser feliz, soy feliz porque canto” fue el lema que inspiró a las 19 escuelas pertenecientes a la zona escolar 085 que realizaron este proyecto.
Alumnos, docentes y padres de familia, se prepararon durante semanas para ejecutar un recital digno de las grandes presentaciones musicales, y es que el sentimiento y las ganas de encantar, fueron la armonía perfecta para la participación de los niños, niñas y adolescentes cantantes y bailarines que dieron lo mejor de sí en el escenario.
Las autoridades educativas de este sectorial de periferia escolar, agradecieron sobremanera al Ayuntamiento de la Villa de Zaachila por las facilidades otorgadas para la realización en tiempo y forma de este festival, la calidez y amabilidad para la logística y también por el recibimiento, muestra de la hermandad que distingue a los oaxaqueños en el mundo.
Canciones como “Lindo Oaxaca”; “México lindo y querido” “La Cumbia del Mole” y popurrís distintos, fueron parte del setlist conformado para este concierto.
Uno de los medleys que más aplausos, empatía y sonrisas generó, fue el que la escuela “Adolfo López Mateos” de la colonia Lomas de la Cuesta presentó, ya que con canciones como: Pinotepa, San Marqueña y “Los Diablos” transportaron mental y musicalmente a los asistentes a la región de la Costa Chica de Oaxaca.
Durante la Danza de los diablos, un pequeño soplaba y soplaba la charrasca, un instrumento de cuerno de toro, por la máscara de diablo que llevaba en el rostro; le costó mucho trabajo hacerla sonar, sin embargo, ayudado por su profesora de tercer grado, la charrasco sonó fuertemente, arrancando una ovación de aplausos del público que llenó a totalidad las gradas del teatro 600 años.
Habitantes de la costa negra oaxaqueña, refieren su origen a la veneración de la antigua deidad “Ruja” a quien los esclavos suplicaban ayuda para liberarse de sus condiciones de vida, ligada a rituales de culto a los muertos, la Danza de Diablos, se ejecutó en Zaachila acompañada de un tambor de fricción llamado “Bote del diablo”, cuyo sonido grave y bronco recordó el bramido de los jaguares.
Así continuaron las canciones y bailes, las palmas y el ánimo fueron constantes en la primera edición de este festival: unidos en torno a una canción, el cual, es la conclusión de un proyecto educativo en el que se muestra la colaboración, cohesión, solidaridad de las comunidades escolares unidas en torno a la música con los niños, los padres y maestros.
Se apersonaron personalidades como: la presidenta municipal de la Villa de Zaachila, Maricela Martínez Coronel, las autoridades educativas de la zona escolar 085 como: Mario Martínez Cruz, Eusebio Cruz Lucas y Arturo Marcos Pérez, entre otros.