Oaxaca.-El día de ayer, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió el comunicado de prensa DGC/173/18 relacionado con la investigación publicada bajo el título: “La identidad de “La Rana” o “El Güereque” presunto partícipe en la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa. Equívoca detención de Erick Uriel Sandoval Rodríguez”.
Al respecto, las familias de los 43 estudiantes y las organizaciones que les acompañan, después de revisar la información difundida por la CNDH, destacamos que:
La información publicada por la CNDH refiere un nuevo y preocupante agravio contras las víctimas. Que se haya presentado a una persona como uno de los responsables sin haber corroborado su identidad, a sabiendas de que existía un equívoco, viola el derecho a la verdad de las familias y de la sociedad en su conjunto.
A pesar de que la investigación al día de hoy es responsabilidad de la Subprocuraduría de Derechos Humanos Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad (SDHPDSC) de la Procuraduría General de la República (PGR), no queda duda que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) continúa participando activamente en la investigación del caso Ayotzinapa, a pesar de las múltiples irregularidades que han sido documentadas por la propia CNDH, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
La CNDH establece que el propio detenido presentó a agentes de la SEIDO elementos que acreditaban la equívoca detención y advierte que ésta no fue formalizada (pág. 3); por el contario, se informó al público en general, que Erick N “tuvo una intervención decisiva en los hechos en contra de los estudiantes”.
Deben investigarse las irregularidades denunciadas por la CNDH en su reciente documento y sancionarse a las autoridades responsables, conforme a lo establecido en el propio documento (pág.13). No sobra mencionar que esta no es la primera ocasión en la que queda comprobada la ausencia de buena fe en las acciones del Ministerio Público en el caso.
La reciente información publicada por la CNDH es una prueba más de que asiste la razón al Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Décimo Noveno Circuito, en la sentencia que dictó hace unos días y que ha sido objeto de un amplio debate público, respecto de que en la investigación del caso “se ha suscitado retraso, ineficacia y falta de imparcialidad en las indagaciones respectivas” (párr. 1122). Es indignante que a estas alturas, pese a que subsiste la atención de la opinión pública sobre el caso e incluso un monitoreo estrecho por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la PGR intente sorprender a las víctimas y a la sociedad. Por ello, las familias de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y las organizaciones representantes exigimos el acatamiento de la sentencia en sus términos.